Con vistas a acelerar la transición digital y una movilidad más inteligente en la UE, la Presidencia del Consejo y los representantes del Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo provisional sobre la revisión de la Directiva de 2010 relativa a la implantación de los sistemas de transporte inteligentes (STI).
«Los sistemas de transporte inteligentes son esenciales para aumentar la seguridad vial y hacer frente a los crecientes problemas de Europa en relación con las emisiones y la congestión del tráfico. El acuerdo impulsará la evolución de nuestra Unión hacia una movilidad más inteligente, más segura, más eficiente y más sostenible». Afirmó Andreas Carlson, ministro de Infraestructuras y Vivienda de Suecia
La Directiva revisada se propone tener en cuenta los avances tecnológicos, como la movilidad conectada y automatizada, las aplicaciones de movilidad según demanda y el transporte multimodal. Asimismo, se propone acelerar la disponibilidad y mejorar la interoperabilidad de los datos digitales que nutren a dichos servicios. La propuesta constituye, por lo tanto, una etapa importante de la realización del espacio común europeo de datos relativos a la movilidad.
El acuerdo provisional alcanzado hoy mantiene la aspiración de avanzar en la implantación sistemática y armonizada de los sistemas de transporte inteligentes, pero de modo gradual para tomar en consideración plenamente la relación entre beneficios y costes y la capacidad administrativa.
El acuerdo conserva la estructura de la propuesta de la Comisión, que se basa en el carácter marco de la Directiva STI y en las diversas intervenciones técnicas mediante actos de ejecución y actos delegados.
Los tipos de datos necesarios, entre ellos las condiciones de acceso a los túneles y puentes, los límites de velocidad, los planes de circulación del tráfico, las restricciones de acceso permanentes, los cierres de carreteras, las obras de carreteras, las medidas temporales de gestión del tráfico, así como los servicios esenciales, como los servicios de información sobre el tráfico en relación con la seguridad vial, que deben estar disponibles en toda la Unión, figuran en los anexos de la Directiva.
La nueva Directiva contiene por ello un programa de aplicación que abarca al menos los próximos cinco años y un ámbito geográfico preciso de la red de carreteras. Mediante actos delegados, la Comisión podrá, además, complementar algunos aspectos de este programa de aplicación.
Por último, el texto del acuerdo político aclara y especifica varias disposiciones de la propuesta, en particular el tratamiento provisional de las situaciones de emergencia, la protección de los datos personales, los ámbitos prioritarios para la elaboración y utilización de especificaciones y normas, y los principios aplicables al desarrollo de reglamentaciones técnicas a escala de la UE.
Siguientes etapas
El acuerdo provisional debe ahora ser aprobado por el Consejo y el Parlamento. A continuación, será adoptado formalmente por las dos instituciones tras la formalización jurídico-lingüística del texto. Por parte del Consejo, la Presidencia sueca se propone someter el texto a los representantes de los Estados miembros (Coreper) para su refrendo lo antes posible.
Contexto
En diciembre de 2020, la Comisión Europea adoptó la Comunicación sobre la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente, que propone una transformación fundamental del sistema europeo de transporte hacia la consecución del objetivo de lograr una movilidad sostenible, inteligente y resiliente. La digitalización es un motor indispensable de esta transformación, que hará que todo el sistema de transporte sea ininterrumpido y más eficiente. Asimismo, aumentará los niveles de seguridad, protección, fiabilidad y comodidad. La Estrategia define la implantación de sistemas de transporte inteligentes (STI) como una medida fundamental para crear un sistema de movilidad multimodal conectado y automatizado. Los STI integran las telecomunicaciones y las tecnologías de la información con la ingeniería de transporte con vistas a planear, diseñar, manejar, mantener y gestionar los sistemas de transporte.
La Directiva 2010/40/UE (Directiva STI) se concibió con objeto de ser el marco para acelerar y coordinar la implantación y la utilización de los STI aplicados al transporte por carretera y sus interfaces con otros modos de transporte. Los importantes avances tecnológicos habidos desde entonces hacen ya necesaria una reforma radical del marco legislativo. Con este fin, el 15 de diciembre de 2021, la Comisión presentó una propuesta de revisión de la Directiva. La propuesta forma parte de un paquete de iniciativas legislativas destinadas a contribuir a los objetivos de descarbonización, digitalización y mayor resiliencia de la infraestructura de transporte.
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