Después de los camiones, los remolques también deben estar provistos de un certificado de CO₂. No se detiene ahí. Según la nueva legislación de la UE, los valores de CO₂ para los remolques nuevos deben ser un 10% más bajos a partir de 2030. Los transportistas intermodales en particular están muy preocupados.
¿Qué pasa con la legislación sobre CO₂ para vehículos de carretera? A partir de 2019, los camiones nuevos de más de 3,5 toneladas deberán tener un certificado VECTO de emisiones de CO₂ y consumo de combustible. VECTO es una herramienta desarrollada por la Comisión Europea que se puede utilizar para calcular el valor de CO₂.
Los fabricantes deben garantizar que las emisiones medias de CO₂ de todos los camiones nuevos a partir de 2030 sean un 45% inferiores a las de 2019, el año de referencia en el que se introdujo VECTO. La reducción debe ser del 65% a partir de 2035 y no menos del 90% a partir de 2040. Estas estrictas regulaciones deberían ayudar a reducir las emisiones de CO₂ del sector del transporte.
1 de julio
La forma, la racionalidad y el peso de los remolques determinan en gran medida las emisiones de CO₂ de los vehículos tractores. Por ello, la Comisión ha decidido que los fabricantes de remolques también deben contribuir a la consecución de los objetivos climáticos.
Esto ha dado lugar a una herramienta VECTO para remolques. Éste determina el valor de CO₂ en función de las dimensiones, el peso, los neumáticos y las características aerodinámicas. A partir del 1 de julio de 2024, los fabricantes de remolques están obligados a indicar el valor de CO₂ del vehículo para la homologación o matriculación de remolques nuevos. El RDW ya ha anunciado que los remolques sin documento de CO₂ no podrán inspeccionarse después de esta fecha.
Carrocería en forma de caja
La legislación VECTO para remolques, establecida en el Reglamento UE 2022/1362, se limita actualmente a los remolques con carrocería en forma de caja con un peso permitido superior a 8 toneladas. Esto incluye remolques con lona corredera, vagones cubiertos, remolques con armarios y remolques frigoríficos.
Los camiones cisterna, los camiones graneleros, los remolques planos, las plataformas rodantes, los chasis de contenedores y los remolques de más de tres ejes quedan fuera del ámbito de aplicación del régimen. Eso puede cambiar en el futuro. Los valores VECTO registrados en 2025 sirven como valor de referencia para 2030. A partir de ese año, los fabricantes deberán asegurarse de que los valores de CO₂ de los remolques que suministran sean un 10% inferiores al valor de referencia.
Multas elevadas
Aunque la Comisión redujo a principios de este año el valor de reducción de CO₂ para los remolques, del 15% original al 10% (7,5% para los remolques), los fabricantes de remolques prevén grandes problemas para cumplir con las normas más estrictas.
Las investigaciones muestran que con ajustes como la instalación de neumáticos con menor resistencia a la rodadura, la reducción de peso y facilidades aerodinámicas (faldones laterales cerrados, spoilers en la parte trasera), se puede lograr una reducción máxima del 8%.
Esto significa que los fabricantes se enfrentan a elevadas multas por no cumplir la legislación. Los ajustes necesarios, además del cobro de multas, podrían hacer que los remolques normales se encarezcan miles de euros a partir de 2030.
Es posible que la llegada del eje motriz eléctrico (eje E) para remolques pueda asegurar la reducción de CO₂ deseada. Sin embargo, este eje todavía no está permitido y además encarecerá considerablemente los remolques. Además, el eje no es adecuado para todos los remolques.
Efecto adverso para el transporte intermodal
La legislación VECTO crea aún más nubes oscuras para los transportistas en el transporte intermodal. Es aún más difícil conseguir ahorros de CO₂ en estos remolques. La reducción de peso es difícil. Porque el chasis debe estar reforzado para poder transportar cargas pesadas y soportar las fuerzas que surgen durante los movimientos entre diferentes modalidades.
Además, los ajustes aerodinámicos y los ejes motrices suelen ser incompatibles con el transporte por barco o tren. Los costes adicionales de los remolques tienen un gran impacto en el precio de coste, ya que estos remolques recorren relativamente pocos kilómetros de carretera (entre 50.000 y 60.000 kilómetros al año).
La entrega de remolques sin ajustes conlleva multas elevadas que deben repercutirse. Si bien la legislación VECTO tiene como objetivo reducir las emisiones de CO₂ del transporte por carretera, tiene el efecto contrario en el transporte intermodal. No en vano este trimestre pide que los remolques para el transporte intermodal queden exentos de la legislación VECTO.
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