Opinión

¿Jubilación a los 72 años? "Camionera Metalera". Opinión

Conozco personalmente a muchísimos compañeros que están contando los días que les queda para llegar a la jubilación
Imagen de "Camioneros de la vieja escuela" en Parets del Vallés. Foto: Begoña Urmeneta
Imagen de "Camioneros de la vieja escuela" en Parets del Vallés. Foto: Begoña Urmeneta
¿Jubilación a los 72 años? "Camionera Metalera". Opinión

El Círculo de Empresarios, creo que se llama así, pide al gobierno que está a punto de entrar, entre otras cosillas sin importancia, aumentar la edad de jubilación a los 72 años.

Hace bastante tiempo que no escribo un artículo de opinión en Diario de Transporte, fundamentalmente y aunque hay otras razones personales, para preservar mi salud mental, pero hay asuntos que me tocan las narices y todas las promesas que me hago se van al carajo.

Conozco personalmente a muchísimos compañeros que están contando los días que les queda para llegar a la jubilación. 

Esa jubilación más que de sobra ganada después de toda una vida expuestos a jornadas maratonianas con sueldos precarios, con esfuerzos físicos que ni los deportistas de élite son capaces de aguantar mas que unos pocos años, con una alimentación y descanso deplorables, muy por debajo de lo que un cuerpo necesita, aguantando carros y carretas de jefes, clientes, y personajes varios que nos encontramos día a día en nuestro trabajo. Soportando en cabinas el frío extremo o calor insoportable.

Haciendo frente a la familia que por la más pura lógica, aunque comprenda y apoye la idiosincrasia de nuestro trabajo, hace una presión muy difícil de aguantar, teniendo que escuchar aunque sea sin tono de reproche los “papá, ¿no llegas a mi cumpleaños?”, “papá, ¿no vas a estar en el festival de fin de curso?”, “papá, ¿no vienes a mi exhibición de…?” 

Y ahora, estos caballeros de manos sin callos que no han doblado el lomo en su puñetera vida dicen que vamos a tener que trabajar varios años más. Caballeros que no saben lo que es sudar para ganarse el pan, pero que utilizan el sudor ajeno para crecer y hacerse más ricos. Caballeros que no pueden trabajar si se les estropea el aire acondicionado del despacho o del coche, que no saben comer si no es a mesa puesta, que se desplazan en avión porque aguantar el tráfico en la carretera es de pobres. Caballeros que consideran “trabajo” sentarse con los amigotes en un reservado de un restaurante de lujo con camareros exclusivos para ellos ya que son incapaces de levantar una botella de la mesa para rellenar su copa…

Lo que me extraña es que no quieran poner la edad de jubilación a la muerte del trabajador, para así ser considerado como despido voluntario por parte de éste.

Antes de terminar, aclarar un punto: hay algo que me desconcierta aún más.

1.- ¿Como es posible que trabajadores de este país les apoyen y justifiquen?

2.- ¿De verdad que hay un solo asalariado que defienda estas actitudes?

Los que en el lenguaje coloquial de la calle se llaman “facha pobres” son lo peor que como trabajadora he encontrado en toda mi vida laboral, que ya es extensa. Son la piedra en el camino. Son el obstáculo insalvable para avanzar en los derechos de los asalariados.  Son lo más lamentable, doloroso, detestable, nefasto, condenable, penoso y abominable que pueda existir.

Y no sigo porque me caliento. Como dice un buen amigo mío.... ¡¡Nos vemos en la carretera!!.

Foto: Begoña Urmeneta:  Camioneros de "La vieja escuela", en Parets del Vallés, 

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