Opinión

¿Asalariados o autónomos low cost? Camionero García. Opinión

Muchos de estos autónomos son meros conductores low cost que compiten con los asalariados en la asunción de los costes
Imagen de un conductor profesional. Foto de archivo
Foto de archivo
¿Asalariados o autónomos low cost? Camionero García. Opinión

Pues sí, si hay alguien al que defender prioritariamente en este sector del transporte de mercancías es al conductor asalariado, por ser él, la parte fundamental de cualquier empresa que ofrezca servicios de transporte.

No quita que también son muy necesarios los autónomos de un solo camión, por ser ellos los que hacen esos servicios que las grandes empresas u otras más pequeñas no quieren hacer, pero que la verdad es que hoy por hoy, muchos de estos autónomos son meros conductores low cost que compiten con los asalariados en la asunción de los costes, cosa que permite a las grandes operadoras a presionar hacia abajo en las condiciones generales de todos estos trabajadores, ya sean asalariados o autónomos.

Pero si hubiera que hacer autocrítica dentro de estos trabajadores es la de la falta de valentía, la mucha dejación de sus responsabilidades como trabajadores respecto a sus derechos y la poca reflexión que se hace a la hora de cumplir la normativa vigente y los beneficios que ello reporta.

¿Y qué es lo que vemos en el día a día? Vemos mucho síndrome de Estocolmo y digo bien, porque muchos sienten esa empatía con aquellos que les explotan, denigran sus derechos y minusvaloran con salarios precarios y condiciones de semi esclavitud. Sí, estas condiciones también las sufren los autónomos dependientes de estos operadores o empresas con capacidad de contratar servicios a precios inferiores a los costes reales de explotación.

También vemos como muchos viven en la queja permanente, buscando siempre un mesías que venga a salvarles de una situación que ellos aceptan y defienden, incluso justificándose con estar en una situación de bienestar frente a otros que puedan estar peor.

¿Y dónde está el límite entre estar bien o estar muy mal? Esta línea roja la puede marcar uno mismo y hacer de ello norma, en pactos entre personas que no figuran escritos en ninguna parte y precisamente es por eso, porque no figuran en ninguna parte, porque la línea roja la marca el cumplimiento estricto de la ley, cosa que no pasa, salvo en contadas ocasiones y algunas pocas empresas. Pero lo que prima y se aceptan son esas mandangas de pactos entre empresa y trabajadores.

Es una falacia decir que el transporte no es rentable si se cumple estrictamente la ley y decir esto es afirmar el poco conocimiento en la forma de gestionar una empresa o el interés de esa empresa es obtener ganancias adicionales explotando a los trabajadores, sabiendo la falta de inspección y control por parte de las administraciones.

Todo ello está aderezado con la falta de formación tanto de empresarios, autónomos y conductores asalariados, en todos los aspectos, cosa que a muchos les interesa bien poco, porque están muy acomodados en su zona de confort, pero que no evita oirlos decir cualquier barbaridad respecto a la formación y conocimiento del sector y sus derechos y obligaciones.

Pues hay que decirlo, tener ciertos conocimientos y además llevarlos a cabo hace que la calidad suba en todos los aspectos, calidad en los servicios, calidad en los derechos, calidad de vida y calidad en el desarrollo personal del profesional de turno. ¿Que no? Pues hasta ahora, lo contrario ha demostrado lo que vemos día a día, cabreo, negatividad, falta de iniciativa y algo muy importante para el buen funcionamiento de todo, falta de actitud.

¿Y quién se beneficia de todo esto? Fácil, los que más partido le sacan al sector, los grandes operadores y los cargadores que son a la vez transportistas. Ellos saben de esta situación, porque es lo que palpan y escuchan de sus trabajadores y colaboradores. 

Prácticamente saben como manejar al personal. Si estos están cabreados, prometen mejoras, que no llegan nunca. Que se les ve contentos y conformes, pues un apriete de tuercas en salarios y condiciones y de ahí no salen, ¿Por qué? Porque no sienten la presión por ningún lado, claro hasta que por su propia responsabilidad y quehacer diario, están echando a miles de profesionales del sector, cargándose así su gallina de los huevos de oro.

Y aún se atreven a llorar a las administraciones soluciones para sus problemas, problemas que ellos mismos han creado, con la connivencia de los gobiernos de turno y también y lo digo claro con la complicidad cobarde de los trabajadores, ya sean asalariados o autónomos.

No hay mejor momento para cambiar las cosas que el actual, cosa que vale para cualquier momento, pero que en el sector del transporte, esta acepción ha perdido todo el valor, vista la cobardía para afrontar los problemas en un momento donde la sartén solo le quema al que necesita de mano de obra y que los únicos que sienten esa quemazón son los trabajadores asalariados y los autónomos, porque los cargadores y operadores siguen a lo suyo, a su propia autodestrucción, cosa que no ocurrirá porque papá gobierno saldrá a su salvación.

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