El peligro de las redes sociales. "Camionero García". Opinión

Muchos han descubierto cómo hacer las entradas manuales al tacógrafo y como buenos profesionales se van a su red social de moda y te hacen un video explicativo. También saben de normas laborales y hasta saben diferenciar el Reglamento 561/2006 del Estatuto de los Trabajadores y otra vez miras en Tik Tok y ya tienes al de turno dando una charla sobre derecho laboral. Y así con todo.
Es una pena que con tales herramientas y tanto conocimiento el trabajador del sector siga anclado en la precariedad más absoluta. Debe ser porque para dar consejos todo el mundo está preparado, pero para lo que no se está preparado es para llevarlos a la práctica para uno mismo no se está. ¿Recordáis? “Consejos vendo pero para mí no tengo”. Luego están los que trabajan a pérdidas, pero se atreven a decir en sus comentarios cosas como “Tú, como asalariado que te llevas 2.000, yo como autónomo 4.000”, que pena que este hombre esté trabajando a pérdidas, la verdad.
Es una pena, porque se lleva más de una década perdiendo el tiempo en las redes sociales, solo alguno o alguna ha visto negocio en ello y le saca partido, aunque sea económico porque poco ha demostrado en conocimiento del sector, vamos que el postureo, vende. Vende al mal comprador, también sea dicho.
Y digo que es una pena, porque tanto propagandista lo que sí ha conseguido es sacar a la luz su propia ignorancia, mezclando temas, confundiendo términos, contradiciendose muchas veces y creyendo ser luz en un mundo de tinieblas. Tinieblas a las que ellos mismos llevan al personal cuando tratan de crear opinión basadas en mentiras, bulos o intereses personales, como los políticos. Esto último es gracioso, porque el transporte es un sector transversal y no hay gobierno que vaya a poner solución a los problemas reales del sector. lo que sí van a hacer es poner parches que luego uno debe saber gestionar.
Es curioso porque todos saben de todo y nadie le va a decir a nadie nada, porque el “mí-yo” funciona como un tiro y la ley es un trapo con el que se limpian el culo, para ellos solo vale su pacto personal. Y hablando de trapos no hay trapo que divida más que el trapo patriotil de muchos salvapatrias, que desvían el tiro para dirigir el problema donde no está, en vez de confesar sus propios pecados, que esos si afectan a todos, porque en este sector, se traslada más rápido lo negativo y la trampa, que la honestidad y el bien común.
Pues en el “mi-yo” estamos hasta que salga un líder, un mesías que guíe a toda esta caterva de iluminados propagandistas, vendedores de soluciones y aprendices a maestros de lo que uno, por obligación ya debería saber, para no ser engañado, aunque la verdad a uno lo engañan una vez, el resto se deja engañar.
Para, para, para… Que hay un líder, un mesías, pero no lo es, tiene nombre y apellidos, se llama Manuel Hernandez y es el líder de Plataforma. Podré estar más o menos de acuerdo con su forma de gestionar su movimiento, incluso me parece que él personalmente pueda tener un interés político en sus acciones, en mi opinión, pero lo cierto es que visto lo visto, en global en el sector, este señor tenía que haber arrasado y haberse llevado al sector de base a su proyecto, pero no cae bien, el proyecto es bueno, muy bueno si quieres, pero él no cae bien en la mayoría del sector y sí, ha recibido su campaña de desprestigio y ahí yo también entono el mea culpa pero es a lo que uno se expone cuando la transparencia y la democracia brillan por su ausencia.
Sí, viene a cuento, porque Manuel, también hace videos, muchos videos, Unos con muchas razones, otros son patéticos y vacíos de contenido real. Vislumbran que el proyecto está fundamentado en él y sin él no hay proyecto, craso error, cuando el sector superará su tiempo y el no va a vivir eternamente, por eso la importancia de personas que se unan a los proyectos, que hagan continuidad de ellos, que puedan demostrar que no hay objetivos personales sino colectivos que permitan una mejora en los condiciones de los trabajadores del sector, de todos sin etiquetas.
Sí, es verdad, lo mucho cansa y aburre, vaya si aburre, pero es lo que hay. Quizás falta reflexión en los hechos, no solo basta en enseñar lo que uno sabe, sino demostrar que se pone en práctica y para ello hace falta mucho debate, mucho contraste de ideas, acuerdos y ser fieles a los acuerdos, porque la realidad es tozuda y lo demuestra el hecho de que con a ley en la mano, se puede trabajar y no se cumple, mejor dicho, no la cumplimos.
Lo mejor de todo es cuando se da por bueno lo que se dice en las redes sociales, cuando no se contrasta esa información y no se profundiza en los temas, porque ello demuestra que se dejan los asuntos de cada uno en manos de terceros y cuando eso ocurre el que gana es el tercero.
Ya sabemos que el CAP en una pérdida de tiempo y es por eso que día sí y día también hay directos en las RRSS para enseñarnos a manejar el tacógrafo, más con la intención de evitar la multa que para reclamar las horas de trabajo, como registro de jornada.
Tenemos de todo, y cada día hay más. a estas alturas teníamos que nadar en la abundancia, con tanta información, pero la realidad es bien distinta, la gente se ahoga en la precariedad y la ignorancia, aunque tenga como enemigo a los “mi-yo” que son el ejemplo claro de lo que no hay que hacer. Nos vemos en las RRSS, por las teclas.
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