Opinión

Ser camionero ya no es atractivo. "Camionero García". Opinión

Ya, muy poca gente viene a trabajar al sector como conductor de camión o autobús y no por ser una actividad bonita, que lo es, sino porque unos y otros hemos destruido todo lo bello de esta profesión
Imagen de un transportista. Foto de archivo
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Ser camionero ya no es atractivo. "Camionero García". Opinión

Seguramente estamos viviendo un tiempo de transición donde las cosas se tengan que hacer de otra manera, donde las formas actuales ya no valgan y donde el objetivo sea un futuro más equilibrado en todos los aspectos y todo ello, contando con una cantidad ingente de personas en contra de todo cambio y progreso.

Venimos, en el sector del transporte, de unas formas de actuar que están llegando a su fin, de empresarios que sólo entienden del pago por kilómetro, de la infinidad de horas de trabajo y del incumplimiento sistemático de los convenios y de toda normativa que garantice derechos y seguridad a los trabajadores principales del sector, los conductores profesionales.

También venimos de una idea empresarial del autónomo, donde se pretende dar a entender que esta opción está por encima de cualquier otra, pero que la realidad ha dejado bien claro que no son otra cosa que trabajadores que asumen los costes de la actividad, generando así una especie de trabajadores low cost, que solo beneficia a los grandes operadores, que son a la postre los que ofrecen ese trabajo del que se nutren muchos autónomos.

Y venimos de un mundo laboral donde el trabajador asume esa ingrata frase de no morder la mano que te da de comer, como si el esfuerzo realizado no tuviera valor, como si el tiempo empleado para ese esfuerzo fuera un tiempo perdido por el que te pagan por pena y como si el trabajo te lo ofrecieran como un acto de beneficencia. Esta es una realidad que se palpa sobre todo cuando el maltrato al trabajador viene desde su propio empleador y esto es innegable.

Pero parece que las cosas están cambiando. Ya, muy poca gente viene a trabajar al sector como conductor de camión o autobús y no por ser una actividad bonita, que lo es, sino porque unos y otros hemos destruido todo lo bello de esta profesión. Unos por avariciosos explotadores y otros por ignorantes sumisos con pretensiones de heroicidad y sin el más mínimo respeto por la profesión y por los demás trabajadores que comparten espacio y actividad.

No se me escandalice nadie, porque todos en mayor o menor medida hemos contribuido a ello, pero las cosas están cambiando y sí o sí algunos van a sucumbir en esa estrategia de seguir con las mismas políticas, de ofrecer trabajo precario y competir a base de la rebaja en salarios y de reducir costes en la seguridad de sus vehículos.

Llegará un momento en que estos empresarios que hablan de respetar a sus trabajadores en foros y congresos dejen la dirección de sus empresas y den paso a otros que entienden de verdad que cumplir las normas, los convenios y los derechos de los trabajadores son y van a ser la única opción de atraer talento al sector. Lo saben los actuales CEO's pero no quieren dar un paso en esta dirección.

Tal y como está hoy organizado el sector logístico, el conductor profesional es una pieza fundamental de la cadena de suministros y los grandes operadores saben de que la situación actual no se va a mantener en el tiempo, pero el trabajo por debajo de costes y la precariedad laboral en el sector hace que sus cuentas de resultados engorde cada año y van a tratar de que sea así el mayor tiempo posible.

Tomen nota, la clase trabajadora ya ha dado una respuesta a esta estrategia y pocos la han escuchado, ni la clase empresarial ni las administraciones públicas y este problema no sólo se vuelve en contra de ellos sino también en contra de toda la sociedad, porque no van a obligar de ninguna manera a hacer a nadie lo que uno no quiere hacer.

Sí, es verdad que hay mucho nostálgico que vive en el pasado y por suerte o por desgracia el pasado no volverá ni el mundo del camión o autobús va a volver a esa dignidad que tenían nuestros antepasados profesionales, entre todos hemos ayudado al desprestigio de una profesión fundamental y entre todos tenemos que recuperar lo que por derecho nos pertenece, siempre y cuando pensemos como colectivo y no como con el yoismo rampante que hoy existe.

Tal vez pase una generación antes de ver ese cambio, pero ese cambio se va a dar porque la actual situación es insostenible en el tiempo y porque las cadenas de suministro no se pueden parar de ninguna manera y aunque la economía cambiara a situaciones de cercanía en vez de la economía global, seguirá haciendo falta una cadena de suministros bien engrasada y por mucho avance tecnológico que haya siempre harán falta camioneros, quizás en menor cantidad pero sí mejor tratados y más reconocidos y no habrá mejor reconocimiento que un trato justo, un salario digno y tiempo para disfrutarlo.

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