Esteban Rivera. «El maño».-
Nos hemos vuelto impasibles, meros espectadores de la rápida evolución de la especie camionera, más fauna salvaje que civilizada profesión. Sin ningún pudor, vemos a elementos de difícil calificación poblando, invadiendo nuestro territorio, llenando nuestro espacio de absurdos comportamientos, chulescas posturas de superioridad y aires de total impunidad.
La altiva actitud del que sabe que tú estas sujeto a una presión laboral, provocada por estos mismos elementos, estas atado a unos impuestos y cotizaciones ajenos a ellos, a una responsabilidad familiar, ética y moral que les es desconocida. Esa falta de costes laborales y de impuestos sociales, les hace predispuestos a crecerse en una superioridad justificada ya que conocen que cualquier chófer, autonomo o pequeño empresario de este país esta sujeto a un nivel impositivo, a una cotización y obligación fiscal que de desarrollarse en igualdad de condiciones no les permitiría esta actitud.
Lo que más duele no es la actitud del irresponsable defraudador, del ilegal por naturaleza, lo que mas duele es la impasible aceptación, la patética corresponsabilidad y la ignorante actitud de amiguismo, falso compañerismo e incluso alabanza de algunos elementos hacia ellos.
Quizás cuando no haya trabajo, sus pensiones, la educación de sus hijos y la sanidad de sus familias no sea posible, recapaciten, renieguen y protesten por lo que perdieron por no luchar por ello. Pidiendo entonces un compañerismo, unión y ayuda que no se merecen. ¡Buen asfalto!.
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