Ahora que acaba el año. "El camionero ácrata". Opinión
Ahora que acaba el año toca reflexionar y marcarse nuevos propósitos para el que comienza.
Este año que comienza intentaré volver a las viejas costumbres, aquellas que nunca debí dejar y que marcan la diferencia entre un guiandeiro y un chófer profesional.
Tengo que volver a facilitar los adelantamientos levantando el pie y las incorporaciones, señalando con luces los retornos de carril y agradeciendo con intermitencias.
Tengo que coger de nuevo la costumbre de no dejar los parkings como si hubiera estado una piara de cerdos, recogiendo mi basura y fregando los cacharros en sitios adecuados para no dejar todo sembrado de restos de comida.
Mi botella de mear de noche ya no volverá a la cuneta, acabará en un contenedor.
Ya sé que voy a trabajar, pero eso no es disculpa para ir oliendo a choto, intentaré tener una higiene personal más acorde y una imagen más pulcra.
Cómo aquí parece que todos hacemos las cosas perfectas, me he puesto yo como ejemplo para evitar piques. Todos andamos por la carretera y sabemos el estado de parkings y cunetas. Todos hemos entrado en una sala de espera donde el “olor a humanidad” te deja el pelo verde.
Cada cual sabe dónde puede mejorar y que defectos tiene. A ver si con el año nuevo, empezamos a aplicar eso que tanto exigimos a otros: RESPETO POR NOSOTROS Y NUESTRA PROFESIÓN.
Foto: Archivo Diario de Transporte