Opinión

¿Chalecos amarillos en España? Una utopía. Editorial

Las consecuencias económicas de la crisis de los "chalecos amarillos" dos meses después
Manifestantes de los chalecos amarillos en París
¿Chalecos amarillos en España? Una utopía. Editorial

Pensar tan solo en la posibilidad de que en España se pudiera organizar un movimiento popular similar al de los "chalecos amarillos" en Francia es una utopía. Algo que en teoría y teniendo en cuenta la situación que se vive en nuestro país, no tendría porque ser imposible pero, desgraciadamente, esto es España y eso por si solo ya es un lastre.

Dice un amigo mio, republicano convencido, que una de las grandes cosas que nos diferencia a los españoles de nuestros vecinos franceses es que aquí, en este país nuestro, aún no le hemos cortado la cabeza a un rey, en cambio nuestros vecinos del otro lado de Los Pirineos, se la cortaron a uno y a toda su familia, tan solo porque se le ocurrió subir el precio del pan, en unos años en los que la población civil pasaba muchas penalidades mientras la realeza vivía en la opulencia.

Puede que no le falte su punto de razón a mi amigo republicado pero, es que además, nosotros los españoles somos muy negados para eso de ponernos de acuerdo para salir a las calles, a no ser que se trate de celebrar algún triunfo futbolístico. Pero para lo otro, para reivindicar nuestros derechos como pueblo, para reclamar a los gobernantes que se preocupen mas de las necesidades de la ciudadanía y que bajen a la calle, eso ya es música de otro cantar. Porque organizarnos como movimiento popular, similar al de los "chalecos amarillos", salir a cortar carreteras y calles hasta conseguir ser atendidos por los gobernantes, se torna tarea muy, muy difícil, prácticamente imposible.

Porque nosotros las redes sociales las usamos para cosas mucho menos provechosas, pero que nos tienen más entretenidos. Es mas importante estar navegando por ellas, viendo vídeo chorras, riendo las gracias y los memes de algun simpatico, que para eso somos muy buenos, que si, que aqui en esta España nuestra somos capaces de encontrarle el punto gracioso a la mayor de las desgracias. Pero de lo otro, de conseguir la adhesión en una red social como facebook para movilizar al personal y que se lance a las calles a pedir justicia, para eso no tenemos ni cobertura en el movil, ni estamos dispuestos a gastar megas en Internet.

Eso sí, seguiremos admirando con envidia, la capacidad de rebelión de nuestros vecinos franceses, pero sin hacer nada en lo que nos podamos acercar a ellos y a su espíritu de sociedad preocupada por solucionar sus problemas y despertar a los gobernantes dormidos. Por eso lo de la utopía.

Aquí seguiremos lamiéndonos las heridas, cabreándonos en privado o sobre la barra de un bar, eligiendo en cualquiera de las elecciones a los mismos políticos incompetentes, o a otros iguales, pero sin rechistar mucho, no sea que se nos vaya a notar y perdamos algo de nuestro querido tiempo de ocio en reivindicar justicia social.

Da exactamente igual del sector laboral que hablemos, a la vista está el eco que han tenido en España las revueltas francesas, pero solo nos hemos quejado un poco cuando nuestros camiones estaban paralizados en las carreteras francesas por los bloqueos, pero nadas mas. Resulta chocante y hasta vergonzoso, que nuestros vecinos portugueses si hayan entendido el mensaje frances y ahora vayan a lanzarse a las calles en un movimiento similar a partir del próximo día 21.

Chocante y vergonzoso porque nosotros, los españoles, seguiremos como siempre, lamiéndonos las heridas, pero sin hacer nada, no sea que se vayan a enterar en Europa y en el resto del mundo que estamos vivos como sociedad y se vayan a dar cuenta de que estamos un poco hartos de gobernantes ineptos. Así que nada, a lo nuestro, porque ¿Chalecos amarillos en España? Una utopía.

Foto: Archivo Diario de Transporte