Opinión

De asociaciones sindicales, plataformas, uniones y paños de lágrimas. La opinión de Fernando Guillén

De asociaciones sindicales, plataformas, uniones y paños de lágrimas. La opinión de Fernando Guillén
Imagen de varios camiones parados
De asociaciones sindicales, plataformas, uniones y paños de lágrimas. La opinión de Fernando Guillén

Estimados compañeros: a raíz del tremendo descontento que existe en el sector, sobre todo entre autónomos y asalariados, han surgido como hongos un montón de asociaciones, a cada cual más pintoresca, que pretenden tener las soluciones a todos los males.

Desde luego, todas estas asociaciones sindicales y no sindicales, plataformas y uniones, nacen con la mejor voluntad, que nadie duda, con ganas de hacer cosas, y ganas de trabajar. Pero me temo que nacen fruto de la impotencia de ver como se deterioran las condiciones de trabajo sin que nadie haga nada, o según ellos, sin que nadie intente hacer nada.

El problema de estas asociaciones es que no tienen ni idea de la legislación. Hablan de huelga de una forma irresponsable, como si ellos pudieran convocarla. La realidad es que solo se representan a sí mismos, no representan a nadie más. Convocan reuniones donde asisten 30-40 personas con suerte, y las califican de “éxito”, cuentan con muchos afiliados, presumen que no pagan cuota, claro, en el momento que les digan “a pagar” no cogen por la puerta, como ya saben en alguna de esas asociaciones, uniones y plataformas.

Para colmo, se dedican a criticar a los sindicatos tradicionales. No sé si hablan también de los sindicatos de ámbito autonómico, como al CIG en Galicia, o ELA en el País Vasco, o de aquellos que no reciben un céntimo como la CNT. Sólo dicen “no hacen nada”. Claro que ellos, la verdad es que hasta ahora, salvo protestar en las redes sociales, no han hecho nada de nada. Ni siquiera han sido capaces de tener una afiliación real capaz de sostenerlos con sus cuotas. No han sido capaces tampoco, de tener unos portavoces eficaces capaces de trasladar el sentir de la profesión. Porque todavía creen, ingenuamente, que cualquiera puede ir a un medio de comunicación y lanzar un mensaje.

Bien. Los sindicatos tradicionales no valen. Creen estos nuevos muchachos que ellos lo harían mucho mejor negociando convenios colectivos o ante la administración, aunque a tenor de muchas propuestas, la verdad es que legislativamente están un poquito peces, pero todo se aprende. Pues nada. Yo les animo a que hagan lo que han hecho los sindicatos tradicionales para conseguir ser representantes de los trabajadores, poder aspirar a subvenciones y tener derecho a convocar una huelga sectorial o de empresa.

1- Sois muchos. Aunáis el descontento del sector. Correcto. Entonces no tendréis problema alguno en indicar a vuestros afiliados y simpatizantes que se dirijan a su empresa a establecer secciones sindicales. No hace falta más requisito que comunicarlo para que os dejen usar el tablón de anuncios, que debe estar disponible para ello.

2.- Solicitar a esas empresas la celebración de elecciones sindicales, donde presentaréis vuestra candidatura conforme a la legislación vigente. Gracias a los enormes apoyos que tenéis, arrasaréis. Los sindicatos tradicionales no tendrán nada que hacer.

3.- Una vez que habéis arrasado y controláis el sector, gracias a vuestra afiliación y su valentía de enfrentarse a los empresarios, desbancando a los sindicatos tradicionales, ya podéis convocar una huelga general del sector.

¿Es o no es sencillo?, porque exactamente lo anterior es lo que tienen que hacer esos sindicatos que tanto demonizáis, y como vosotros tenéis muchas más simpatías, sois más eficaces, más honrados, más guapos, más éticos, más obreros y más todo, no tendréis problema alguno en conseguirlo. Y fijaros, recibiréis ayudas del Estado al tener delegados sindicales… claro que entonces dirán que estáis comprados y coméis marisco.

Claro que primero tendréis que registraros en las instituciones con la capacidad necesaria, que me temo que más de uno, y de dos, y de tres, no lo están.

Y no, compañeros, no os estoy criticando por vuestro esfuerzo, no, lo aplaudo. Pero lo que no podéis hacer es generar falsas expectativas entre los conductores, no podéis hacer falsos llamamientos a huelga no vaya a ser que algún pobre incauto lo siga y luego tenga que pagar las consecuencias. Podéis organizar movilizaciones en el tiempo libre de los conductores que quieran unirse a ellas, pero nada más.

Los sindicatos tradicionales llevan mucho más tiempo que cualquiera de vosotros peleando en las empresas. Saben perfectamente lo que supone para el trabajador que se atreve a montar una sección sindical. Sabe perfectamente que las elecciones a Delegados Sindicales, a Comite de Empresa, suelen estar viciadas por la empresa que llaman religiosamente a cada conductor al despacho para advertirle contra el rojerío, prometerle el oro o el moro; o directamente, amenazarlo si no vota esa fantástica lista de la dirección, camuflada con cualquier nombrecillo al estilo “unión de conductores” o “conductores acojonados unidos” o “comerabos del volante y la oficina”.

Así que aplicaros el cuento, hacer lo propio… montar una sección sindical es sencillísimo: se comunica a la empresa y arreglado. Ya estáis tardando en demostrarnos a todos vuestro arrojo, poderío y el tamaño de vuestras partes nobles.

Porque mientras eso no sea así, en realidad, lo único que sois es un paño de lágrimas.

Buena ruta a todos

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