Opinión

De buenas intenciones está el Otoño lleno. Editorial

A vueltas con el paro patronal. "Camionero García". Opinión
Un corte de carretera en Francia por una huelga de camioneros.
De buenas intenciones está el Otoño lleno. Editorial

@Camioneroleones.- Si como un simple observador, desde la cabina de un camión, uno hace uso de las redes sociales, y mira, meditando previa y detenidamente, el panorama del transporte por carretera en España, y analiza todos los presuntos movimientos sociales que se anuncian, y presiente lo que se cuece en el sector de cara a este Otoño que comenzó hace poco más de dos semanas.

Uno no puede por menos que llegar a la conclusión de que: "De buenas intenciones está el Otoño lleno". Me explico.

Analizando en profundidad y detenidamente, las noticias que llegan, en primer lugar de parte de la gran patronal del transporte, englobada en el CETM, que se reunió esta semana del 3 al 6 de este mes de Octubre en Ávila. Las noticias que vía redes sociales, entiéndase principalmente Facebook, los diversos movimientos por parte de esos dos sectores tan confundidos entre si, que tantos ríos de tinta se han llevado, como es la unión entre conductores asalariados y autónomos, y todo lo demas. La verdad es que todo parece un tanto confuso y desordenado. Lo cual no es de extrañar, si tenemos en cuenta ese carácter, tan nuestro y tan español, de ser capaces de matarnos por un simple adjetivo mal colocado, en lugar de ir a lo que nos pueda beneficiar en común a todos.

Porque, no nos engañemos, las únicas huelgas y movilizaciones que ha habido en España en el transporte por carretera, las ha convocado, alentado y promovido, la patronal, en ese amalgama de asociaciones de autónomos, pymes, medianas y grandes empresas que hacen de la configuración del CETM y al Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), en todas sus secciones, también en la del transporte público de viajeros (autobús), en un queso con tantas porciones difíciles de memorizar. Pero nunca, jamás, han estado respaldadas por los sindicatos, esos que, se supone tienen el deber de defender a los asalariados, que esa es otra, y muy gorda. Salvo en contadas y peleadas huelgas de los conductores de autobús, ante quienes hay que quitarse el sombrero. ¿Pero de los camioneros? Pocas o muy pocas en puntuales negociaciones de convenios provinciales, convenientemente divididos en su momento en 52 en esta piel de toro llamada España.

Sencillamente porque la patronal, pequeña, mediana y grande, ya se preocupó muy bien en su día, en aquella famosa huelga de principios de los 90, de organizarse muy bien. ¿Nadie se acuerda ya de aquellas famosas cartas de porte que nos obligaron a rellenar, y que ni la misma Guardia Civil entendía y que inmediatamente se retiró? Sencillamente porque suponía un control férreo sobre el transporte que obligaba, prácticamente, a las empresas a declarar todos sus ingresos por los transportes realizados, una trampa tendida por ellos mismos que les haría imposible camuflar el dinero negro que se mueve, y se ha movido toda la vida en el transporte.

Los sindicatos de clase, los que deberían de defender a los trabajadores, tan denostados y abandonados. No tienen más culpa que el haber elegido por sus propios afiliados a delegados y liberados de otros sectores del transporte, que no habían visto en su vida un camión ni un autobús. Es más, sé de mas de un delegado provincial del sector del transporte por CC.OO. que no tenía ni el carné de conducir B, sencillamente porque venía de la sección con más afiliados como son los empleados de RENFE. De un delegado similar al anterior por UGT, que era un albañil que se había caído del andamio, y como no había donde colocarle porque no podía vivir con la poca pensión por invalidez parcial que le quedó, al que se le nombró delegado sindical liberado de transportes. 

Simplemente, porque la historia no miente. En el primer Gobierno de Aznar admitieron todas la subvenciones que se les dió a manos llenas, de un dinero que les llovía como caído del Cielo, salido de otras liberalizaciones, como fue la del suelo que trajo el "boom" de la construcción y otras más. Adjudicación de locales y reivindicaciones a las que el Gobierno de entonces atendió generosamente, ¿A cambio de qué? Pues muy fácil, de la paz social y de su cómplice silencio. A esos dos sindicatos mayoritarios les faltó tiempo para llenar sus locales de empleados y liberados que poco o nada tenían que hacer, porque corrían años de bonanza y nadie, ni el mejor de los analistas y sesudos economistas, fue capaz de adivinar la posterior crisis, y si alguien lo predijo, convenientemente se le silenció o se le tomó por un loco. Total, de aquellos polvos estos lodos, y así estamos.

Ahora aparecen en las redes sociales nuevos movimientos. Que si el Foro Comités Empresas de Transporte, formado por delegados sindicales de los tres sindicatos tradicionales, CC.OO. UGT y USO. Que si un nuevo movimiento en las redes sociales que se llama Unión y Fuerza. Que si los que ya llevan años bregando por una unión, con mucha paciencia y siempre a lo suyo como la Plataforma en Ruta Todos a Una. Que si sindicatos con una tradición de más lucha obrera que no se dejaron contaminar ni vender por cuatro duros como los tradicionales, como es el caso de CGT. Otros más autonómicos como ELA o LAB.

Todos dispuestos a hacer algo, la duda que le surge a alguien que, como yo, está a diario sentado en un camión como conductor asalariado es: "Sí, muy bien, tenéis todos en esencia muy buenas intenciones, pèro.... ¿Qué es lo que me pòdeis ofrecer como simple trabajador para que me una a vuestras reivindicaciones? ¿Cómo vais a convencerme si ni vosotros mismos estáis de acuerdo en propuestas comunes? ¿Por Qué he de apoyaros a cualquiera de vuestros movimientos con las mejores intenciones, si cuando hablo con otros camioneros europeos, me explican el funcionamiento de sus sindicatos en Francia, Bélgica, Holanda, Inglaterra o Dinamarca -(por poner algunos ejemplos)- y les habló de los sindicatos españoles les dá la risa?

Sí, que nadie se me rasgue ahora las vestiduras, que no me salga el camionero o sindicalista de salon que no sabe lo que es el dia a dia en la carretera. Que me responda alguien con capacidad para sacarme de mis dudas. Que a los sindicatos tradicionales y a los nuevos movimientos, les hacen moverse y dar la cara sus propios afiliados, que para eso existen unas leyes al respecto, leyes tanto estatales como estatutos internos de obligado cumplimiento.

Porque, sencillamente, mientras no cambie radicalmente este mundo, solo hay dos formas de cumplir las leyes y los estatutos o normas. Con una dictadura o con una democracia. En la dictadura se cumplen sí o sí, el que no lo haga ya sabe lo que le espera, cárcel, pena de muerte y todo lo demas. En una democracia se hace el uso del derecho a votar, para elegir a las personas adecuadas para que cambien esas leyes que, previamente se han comprometido a cambiar de ser elegidos. Pero si no lo hacen, se vuelve a votar hasta que cumplan aquello que prometieron. Creo que de las dos formas esta segunda es la mejor ¿O no?

Luego, el resto, el pataleo, el insulto y la descalificacion en las redes sociales o en los comentarios dañinos, de aquellas personas que prefieren que sean otros los que den la cara, en su lugar, pero sabiendo nadar y guardar la ropa, no vaya a ser que pierdan su cómodo puesto de trabajo, en el supuesto de que lo tengan. No es más que una simple fotografía personal y publica de quien las hace. Porque somos así, por desgracia, en este país nuestro, más dados a mirar allende de nuestras fronteras o del fondo del bosque, sin ver lo cercano o los árboles caídos que no nos dejan avanzar, pero que, como siempre, que sean otros los que se mojen y den la cara primero, que se la partan a ellos, luego ya veremos si se suben al carro de los ganadores o no.

Por eso el titular de este editorial: De buenas intenciones está el Otoño lleno. Ya veremos y el tiempo, como siempre, dará o quitará razones. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.

Foto: Archivo Diario de Transporte, un corte de carreteras en Francia por una huelga del transporte por carretera)