El problema es muy serio. "El Camionero en ruta". Opinión

La escasez de conductores profesionales es, sin ninguna duda, un problema muy serio, no solo para el transporte de mercancías por carretera, lo es también para el resto de la sociedad, no solo a corto o medio plazo, muchísimo más a largo plazo, sobre todo de cara a los próximos 10 años.
Un problema que ya está afectando a toda Europa, también a países como Canadá o Estados Unidos. De todos es conocido los problemas de abastecimiento de todo tipo de bienes de consumo por los que está pasando el Reino Unido, por su empeño de ser ellos mismos por el Brexit y haber puesto cientos de trabas a los trabajadores extranjeros a los que no les quedó más remedio que abandonar el país.
Pero..., ¿Qué soluciones tiene este gravísimo problema? Las soluciones son varias y no tan sencillas, sobre todo cuando se ha maltratado durante tantos años a los camioneros, con abusos constantes por parte de malos empresarios que les trataban como si fueran una pieza más del camión, con sueldos y condiciones de trabajo miserables, cuando siempre había sido una profesión respetada que pasó, con el tiempo y por ese maltrato laboral, a ser despreciada incluso por los profesionales que la llevaban en la sangre, pero que no querían seguir siendo maltratados.
Ahora se habla de incrementos salariales, incluso las empresas, parece que de pronto, se han dado cuenta de que tienen que tratar como personas a los conductores profesionales, que hay que cuidarles y hacerles agradables las condiciones laborales haciendo posible que puedan conciliar la vida laboral y familiar.
En ninguna otra profesión una persona permanece en su puesto de trabajo las 24 horas al día durante semanas y meses, como está un camionero viviendo durante todos esos días en la cabina de un camión, sufriendo los desprecios de cargadores y receptores de las mercancías, a merced de que tenga buen día un simple carretillero para que no les trate con desprecio cuando van a cargar o descargar.
Esperar a que un jefe de tráfico se haya levantado de buen humor, para que les trate como personas; suplicando para que puedan encontrar un aparcamiento seguro y tranquilo en el que poder estacionar el camión y dormir tranquilos sin tener que tener un ojo abierto para estar atentos ante posibles robos. Suplicando al destino para que todo salga bien durante el viaje y puedan regresar a sus casas para ver a la familia.
Pero la solución no está solo en pagar sueldos mayores, también pasa por hacer atractiva la profesión para las nuevas generaciones, tarea muy difícil. Principalmente porque muy pocos jóvenes se suben hoy en dia a un camión porque les guste la profesión, como lo hicimos una gran mayoría hace años. Muy pocos jóvenes están dispuestos a pasar tantos días fuera de casa aguantando las penurias de este trabajo para que, a la hora de echar cuentas, comprueben que les queda menos dinero que si trabajaran en un almacén o una fábrica.
Subvencionar los carnés de conducir y el CAP a los jóvenes o traer trabajadores de otros paises, son tan solo parches a una rueda laboral que ya no aguanta más parches. Porque es casi seguro que esos jóvenes cuando vean la realidad de la profesión la abandonen, y los trabajadores de otros paises que vengan a Europa a conducir camiones, cuando comprueben que son tratados casi como esclavos también abandonaran. Da exactamente igual que ahora se les intente atraer con cantos de sirena salariales que les hagan abandonar las penosas condiciones sociales de sus países de origen. Esa experiencia ya se vivió en España con los conductores de Europa del Este, y el resultado final todos lo sabemos.
Ahora es noticia en todos los medios de comunicación la escasez de conductores profesionales, como si fuera una novedad, cuando era algo que se veía venir desde hace unos años. Pero que será mucho más grave a medida que se vayan jubilando los camioneros que nacieron en las decades de los 60 y los 70. No olvidemos que la media de edad de los conductores profesionales está por encima de los 50 años.
Así que los remedios llegan un poco tarde, sencillamente porque si la profesión fuera atractiva no habría más de 24.000 conductores profesionales inscritos en las oficinas del INEM. Ni habría cada día más profesionales dispuestos a dejar los camiones. Decir que la gente no quiere trabajar es mentir descaradamente, lo que no quieren es seguir siendo maltratados. Sencillamente porque aquellas empresas que tratan a sus conductores como personas con condiciones laborales y sociales justas, no necesitan camioneros.
Por lo tanto, el problema al que se enfrenta el transporte de mercancías por carretera y la sociedad por la escasez de conductores profesionales es muy, muy serio, con soluciones muy complicadas, porque llegan tarde, cuando se debería haber cuidado y promocionado una profesión que, a pesar de sus penurias, es muy hermosa, que la convierte en única.
Sin ninguna duda, este tema dará para mucho en los próximos meses. Mientras tanto, como siempre ¡¡¡Buena ruta, tanto en la carretera como en la vida!!!.
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