El transporte con camiones eléctricos está muy verde todavía. La opinión de Salvador Egea Llull

No es nuevo aunque lo parece, el asunto de la contaminación del transporte, de los vehículos particulares, de los consejos de usar la bicicleta o transporte público, ya llevan años dando guerra con el asunto. Estamos en la época de la electricidad, de lo eléctrico, ahora somos más verdes que las lechugas de la huerta.
Nos andan vendiendo o inculcando la idea de que antes o después vamos a tener que montarnos en la ola de la electricidad. Esa energía que es el futuro, esa que menos contamina, esa que es tan barata precisamente. No hay mas que ver que los anuncios de diferentes marcas de turismos cada vez anuncian más y más modelos ausentes de motores de combustión.
Personalmente, no tengo nada en contra del modelo que pretenden imponer, simplemente opino al igual que tantos otros a bien seguro, que es una carrera a lo loco. Una huida hacia delante, tiene que ser este asunto para ayer. Se están viendo superados en una fecha que parece marcada en algún calendario y todos se afanan en cumplir el objetivo.
Quieren imponer una tecnología que todavía está verde, como las citadas lechugas antes mencionadas, no hablemos de los servicios y necesidades que implica el vehículo eléctrico, estaciones de carga, tiempos, autonomía de los mismos, sin ser Rapel, atisbo que se viene lío. No veo capacidad para mantener un parque de vehículos eléctricos, así como tampoco en el transporte.
Después de tantas normas Euro V, Euro VI, y las venideras si existen, ahora buscan dar de lado a todo esto y funcionar con electricidad. A mí personalmente todo este asunto me importa poco y menos aún me afecta, de momento al menos. Si es cierto, que no puedo evitar me recorra la gangrena cuando leo noticias en base a la contaminación de los combustibles fósiles.
Que sí, que no te lo desmiento, que obviamente ahogamos el clima y desangramos la tierra sin control ni mesura, que cavamos nuestro propio hoyo como civilización nosotros mismos, y cuando se dan cuenta los que mandan, se afanan en implementar la solución mágica. No siendo yo afiliado a ningún partido, ni ideal, ni grupúsculo, asociación verde, etc, si me repatea ver que quieren vender un relato no tan cierto como lo quieren hacer parecer.
El transporte es esencial, ¿quien queda que lo ponga en duda? Es necesario y hasta el momento el mejor método de propulsión es el actual, hasta que una nueva tecnología bien testada y comprobada sea capaz de llegar para hacer el relevo o complementar la actual. Tiene gracia que exijan y se entreguen con tanto ímpetu para cambiar el sistema de transporte y movilidad cuando los grandes buques mercantes que abastecen al mundo, contaminan por cada viaje tanto o más que todo el transporte por carretera.
Estos datos que nunca se menciona en los reportajes o noticias que nos venden el futuro lechuga, son los que la mayor parte de la gente desconocemos. Los datos y estudios están ahí, no es populismo, no es teorizar de conspiración ni es ir en contra del sistema. Imagino que debe ser inimaginable mover un buque de este tipo con electricidad, deberán seguir con el modelo de combustible actual, pero que no se haga mención a estos datos y haciendo sentir “culpable” a quien usa su coche de un modo cotidiano o en este caso, el transporte, hace que sientas que te quieren hacer idiota.
Obviamente es mas fácil legislar, imponer y subvencionar si es necesario el cambio del líquido inflamable por la electricidad, que concienciar y ser realistas en que este tipo de futuro verde, debe coexistir e implantarse paulatinamente. Sin olvidar, que no se debe criminalizar al sector y dejar de decir que tan contaminante es un conjunto de 40 toneladas.
Me resulta curioso que las petroleras que controlan el mercado global del crudo no pongan impedimentos al nuevo sistema, siendo que ello les deja incapacitados económicamente. ¿Será que están invirtiendo en este tipo de tecnologías? ¿Pasarán de vender gasóleo a vender electricidad? A veces en tono de humor me aventuro a creer que todo esto no es más que una conspiración manejada por los reptilianos que buscan fastidiar a los illuminati, apoyados a su vez por el gobierno en la sombra.
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