Habrá dispuestos a ser explotados. "El camionero en ruta". Opinión

Si, que nadie se me vaya a alarmar a partir de ahora, que estoy convencido que se aproximan tiempos duros en el transporte, tanto de mercancías como de viajeros, tiempos en los que, para nuestra desgracia, habrá trabajadores dispuestos a ser explotados con tal de cumplir con, esa maldita costumbre, que tenemos las personas de comer, de ver a los nuestros más o menos felices y todo lo demás.
Escribo lo anterior porque ya se ven síntomas de que esto va a suceder. Ya se hacen públicas ofertas de empleo que ofenden, ofertas de empresarios del transporte que más les valdría dedicarse a otra cosa, vender las flotas de vehículos e irse de la profesión con la cabeza muy alta, antes de humillarse ante cargadores y empresas, antes de entrar en esa competencia feroz y despiadada en la que antes era el transporte y que, ahora, se convertirá en un auténtico campo de batalla donde solo sobrevivirán las empresas que sean capaces de adaptarse a los nuevos tiempos, aunque sea a costa de una bajada generalizada de pantalones, -entiéndase como bajada de precios-, que viene a ser prácticamente lo mismo.
Una rebaja, que arrastrará por el camino la desaparición de aquellas pequeñas y medianas empresas que, hasta ahora, sobrevivían como podían, con cargas de segunda, tercera, cuarta y hasta quinta mano, con trabajadores a los que pagaban sueldos tipo "tarifa plana", todo incluido, salarios brutos anuales que, cada mes se quedaban casi en ridículos. Pero que en estos primeros días de crisis económica post-pandemia, ya comienzan a rebajar. Empresas que están echando el cierre, mientras sus propietarios buscan trabajo como conductores asalariados.
Precisamente esos "pseudo-empresarios", ahora sentirán en sus propias carnes la explotación y el desprecio que antes hacían padecer a los conductores que tuvieron en plantilla. Pero no solo ellos lo sufrirán. Como siempre, para no variar, seguirán apareciendo ofertas de empleo como conductor, que ofenderán al honor, no solo a la vista, oferta que estos ojos que ahora escriben por medio de las manos, ya han visto: 1.900 euros "todo incluido", para hacer transporte internacional, para conductores dispuestos a estar 45 días fuera de casa.
Sueldos de 950 euros y una miseria por kilómetro recorrido, para realizar transporte nacional, sin dietas, trabajando bajo el yugo dictatorial de jefes de tráfico que no han visto un camión en su vida, pero que sí saben abroncar por teléfono, exigir y meter prisas, con cargas que dan pena, evitando autopistas de pago, con entregas "contra-reloj" y presiones mucho más duras de las habituales, del tipo: "No pares a comer que te están esperando", "Tira que si te pasas de horas no pasa nada, que si es menos de una hora son 100 euros, que pagándola luego se queda en nada", "No metas la tarjeta en el tacógrafo para cargar, ponla cuando salgas", "Mueve el camión para descargar sin tarjeta, que no pasa nada", ¿Le suena a alguien esto?.
Pues todo eso y mucho más, por sueldos muy inferiores a los de antes de la pandemia del coronavirus, que nadie se alarme, que lo veremos, es más, ya lo estamos viendo. Claro que, mientras tanto los sindicatos a lo suyo, o sea, nada de lo que deberían hacer. El Gobierno como siempre, ni está ni se le espera, y al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que capitanea José Luis Ábalos Meco, absolutamente ignorante de la realidad del transporte, mirando para otro lado y creyendo a "pies juntillas" lo que le cuenta la patronal.
Da exactamente que se auto-llame "socialista" y que el partido político del ministro, vergonzosamente lleve en sus siglas la palabra "obrero". Tranquilos que no mirará ni mucho menos, escuchará a los conductores asalariados. Por supuesto, ni soñar, con meter mano en el transporte por carretera, para acabar con todo el fraude y dinero negro que mueve. Dinero negro que, por cierto, hace apenas dos años, un estudio demostró que si ese dinero negro pagara los correspondientes impuestos, financiaría la Sanidad Pública, ahí es nada.
Así que nada, lamentable y desgraciadamente, si alguien o algunos, no lo remedian, que no lo harán, es lo que se avecina: Habrá dispuestos a ser explotados. Porque en el transporte ¿Para qué vamos a cambiar algo? No vaya a ser que se consigan mejoras, nada, mejor seguir así o peor, que para eso ya están las redes sociales para quejarse, los bares para lamentarse, los corrillos para contar mentiras, y las fanfarronadas para los de siempre, esos que se desayunan todas las mañanas 12 guardias civiles, matan a 5 empresarios, se niegan a descargar o a cargar 8 veces al día, y son la "repera". Aunque a la hora de la verdad, es justamente todo lo contrario.
No quiero extenderme más porque me cabreo y es sábado, no conviene al estado de ánimo terminar la semana de mal humor. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!!.
Más artículos de El camionero en ruta
Foto: Archivo Diario de Transporte