Opinión

¡Hasta siempre señorito!, ¡Hasta siempre MAESTRO!

¡Hasta siempre señorito!, ¡Hasta siempre MAESTRO!
¡Hasta siempre señorito!, ¡Hasta siempre MAESTRO!
¡Hasta siempre señorito!, ¡Hasta siempre MAESTRO!

@Camioneroleones.- Hoy se nos ha ido de este mundo el Gran Pepe Yo, el maestro de maestros, el señorito, admirado y respetado por todos los profesionales del transporte. Se nos ha ido con él una parte muy importante de todos nosotros, de los que amamos el camión y la carretera. 

A partir de ahora ya nada será igual en el transporte en España, ya no tendremos más sus vídeos en los que ejercía como siempre de maestro, dejándonos sus reflexiones con ese acento andaluz tan característico de él. Los grupos de transporte ya no podrán contar con su desinteresada colaboración, porque para cualquier iniciativa ahí estaba siempre el Gran Pepe Yo.

Se podía estar de acuerdo o en contra de sus opiniones, pero era imposible llevarse mal con Pepe, porque él con sus argumentos te terminaba convenciendo de que, aunque no estuvieras de acuerdo con su opinión, había que respetarla, porque de eso se trataba, del respeto y del amor por esta profesión que, a veces amamos y otras tantas odiamos.

Se nos ha ido el Gran Pepe Yo y nos ha dejado a todos un gran vacío dentro, porque esta vida es tan injusta que se tienen que ir siempre primero los mejores, dejándonos huérfanos y con tan malas personas que, esos sí que se deberían ir antes, y no como siempre, haciéndonos una de sus jugarretas el maldito destino, llevando al otro mundo primero a los mejores, a esos que no se deberían morir nunca.

Hoy el mundo del camión español está de luto, las redes sociales se llenan de despedidas al Gran Pepe Yo, de condolencias, hasta sus enemigos han mostrado respeto hacia un grande de la carretera como él, porque en estos momentos tan duros es cuando hay que apartar el odio y mostrar respeto por los grandes como él, aunque se trate de un enemigo.

Esperamos y deseamos que desde allá donde terminan las estrellas, el Gran Pepe Yo nos proteja de los peligros de la carretera y de la vida. Seguro que él lo hará, es más, apostaría que ya está sentado junto a San Cristóbal diciéndole que cuide de sus camioneros, que son sus hermanos y tienen que llegar a casa sanos y a salvo de los peligros de la carretera.

Nunca me había sido tan difícil escribir sobre una despedida. Nunca imaginé que tuviera que hacerlo y menos para despedir al Gran Pepe Yo. Pero este maldito destino es así. ¡Cuida de todos nosotros desde allá arriba MAESTRO!!, ¡Que la tierra te sea leve!, ¡Ráfagas al Cielo!.

Foto: Archivo

¡Hasta siempre señorito!, ¡Hasta siempre MAESTRO!