Opinión

Indefensión y abandono en el transporte internacional por carretera. "El diván del transporte". Opinión

Indefensión y abandono en el transporte internacional por carretera. "El diván del transporte". Opinión
Chalecos amarillos atacando camiones
Indefensión y abandono en el transporte internacional por carretera. "El diván del transporte". Opinión

    Xavi Navarro. Director de Transporte News Radio. www.transportenewsradio.com

Ataques a camiones españoles por inmigrantes desesperados en la zona de Calais, o de agricultores enfurecidos y chalecos amarillos en las fronteras de Francia. Sin embargo, los camioneros siguen desprotegidos. Nada ha cambiado.

Transportistas indefensos en el centro de la diana

Pueden sufrir todo tipo de agresiones y humillaciones que, aunque reclamen el apoyo de las autoridades españolas, a estas, parece traerles sin cuidado. Acosados y sin posibilidad de defenderse pasan por todo tipo de vejaciones nada más salir de nuestro país a capricho del colectivo de turno que, para reivindicarse, ataca camión y conductor independientemente de que este se solidarice o no con los organizadores del linchamiento.

Todos "pagan el pato", tanto los cargadores (la mercancía), los empresarios transportistas (los camiones) como los conductores (quienes se enfrentan físicamente a los agitadores). Sin embargo, estos últimos son los que viven en persona los más cruentos episodios de agresión. Ya quieran mantenerse al margen o no. Cruzar la frontera española con un camión se convierte en toda una odisea comparable a la de las diligencias que atravesaban el salvaje oeste, sin ley, sin justicia, sin protección y a capricho de los salteadores de caminos de turno.

Un indignante caso real

Un matrimonio de nacionalidad rumana, afincado en España desde hace tiempo, chóferes los dos y ambos trabajando de dobles para una empresa murciana de transportes, realizaban una ruta habitual hacia Rotterdam con una carga de fruta. Todo transcurría como de costumbre, al volante del camión se encontraba la mujer de Vasile (nombre supuesto para evitar problemas) devorando kilómetros con gran profesionalidad. Acababan de cruzar Francia y ya se hallaban dentro de Bélgica, en Tournai, no lejos del parking, cuando se encontraron con una inmensa caravana de camiones detenidos. Uno de los camiones que iba delante de ellos giró a la derecha para ponerse detrás de la cola de camiones y a nuestros amigos, junto con otros dos camiones más que venían delante, no les dio tiempo a seguirle la maniobra, se quedaron en el carril de la izquierda y siguieron avanzando los cuatro, ya que otro camión portugués también se quedó detrás.

Al fondo, los chalecos amarillos lo vieron y se lanzaron a por los camiones, con agresividad, al comprobar que estos impedían el paso a los turismos. Con grandes aspavientos y gestos violentos los chalecos amarillos indicaron que se echaran al carril de emergencia, sin embargo, solo quedaba sitio para los dos primeros, así que la mujer de Vasile y el camionero portugués continuaron la marcha. Ahí comenzó el ataque, un verdadero linchamiento. Gritos, golpes al camión con barras de acero, intentos de destrozar retrovisores, el parasol, limpiaparabrisas... también querían evitar que les grabasen con la cámara del móvil, entonces uno de ellos recogió una piedra de grandes dimensiones y la lanzó al cristal del conductor. Este se partió, la piedra entró en la cabina y alcanzó a la mujer de Vasile, causándole heridas de diversa consideración. También dañaron los faros del camión portugués.

Los dos camiones llegaron como pudieron al área de servicio más cercana, allí llamaron a la policía belga para denunciar los hechos y requerir asistencia. No lejos y con gran algarabía los chalecos amarillos celebraban con fuegos artificiales y todo tipo de bebidas su "heroicidad". Vasile señaló a los agentes a los autores de los hechos que se encontraban cerca. Ante su sorpresa estos se encogieron de hombros, tomaron declaración a los camioneros, requirieron su documentación y les invitaron a seguir su ruta. Tras recibir asistencia médica, avisaron a su empresa de estas circunstancias y siguieron hasta Rotterdam para descargar la mercancía e invertir dos días más en un taller de esa localidad para reparar los desperfectos.

Reclamamos justicia y protección de las autoridades españolas y europeas

Vasile me contó estos hechos ocurridos hace solo un par de semanas. Me rogó que lo hiciese público y que sirviera para que este tipo de agresiones, donde los violentos salen impolutos, no quede sin castigo alguno. Porque lo que sintió fue impotencia, al ver que se cometía una injusticia contra ellos y estaban totalmente desamparados. Yo me comprometí a dar a conocer los hechos para evitar que vuelvan a repetirse con cualquier transportista en el futuro, que no se dañe a ningún profesional de la carretera cuando este está realizando una labor vital para la sociedad.

Desde estas líneas quiero hacer un llamamiento a las distintas Administraciones, tanto españolas como del resto de la Comunidad Europea, a que protejan a los conductores del transporte de mercancías por carretera y los amparen ante cualquier tipo de agresión. Los protagonistas de esta historia, junto conmigo, solicitamos justicia y penas más elevadas para quienes ataquen a los camioneros en las carreteras europeas. Reclamamos protección y reivindicamos esta por parte de las autoridades, tanto para el conductor, el vehículo y la carga. Nuestros conductores ya tienen muchos riesgos que sufrir en su oficio como para añadir el del linchamiento en cualquier carretera. Ese no debería ser nunca su destino.

Fotos y vídeo: Transporte News Radio