Opinión

La cueva de Ali Baba y los 40 tontorrones. "Siempre por lo negro". Opinión

A vueltas con la formación. La opinión de Fernando Guillén
Una persona utilizando un ordenador
La cueva de Ali Baba y los 40 tontorrones. "Siempre por lo negro". Opinión

Mas que unas bolsas de cargas, lo que te encuentras en la red, es un montón de vividores ávidos de comisión, muchas veces sin oficio ni beneficio. Otras veces, sin más mérito profesional que estar compinchado con un mequetrefe avispado del departamento logístico de alguna multinacional que, gustosamente, hace el "egipcio" sin pudor alguno y ninguna ética profesional.

No es difícil encontrarte a "intermediarios" sin un solo camión a su nombre, título alquilado, lo mismo que su cubículo panderetero. En algunas ocasiones te encuentras a la servicial esposa del autónomo, que para suplir lo que no gana con el camión, la tiene ofertando viajes entre croqueta y croqueta. Confundiendo dormir en el mismo colchón con conocer la profesión, muchas veces es la "titulada", pues el aguerrido esposo es de letras y las ciencias contables como que no, (letras, las del camión).

Pues lo mismo que la desacertada creencia de que para llevar un camión cualquiera vale, se creen que para gestionar viajes cualquiera vale también. Sea como sea, hay un montón de jetas y vividores detrás de un teclado viviendo del cuento, del pardillo de turno en manos del avariento.

Hasta aquí, todo normal. Siempre a sido así desde la más profunda historia Legazpiana. Lo normal es que aún queden pardillos y aficionados a coger viajes a esos precios, dando de comer a todos estos y favoreciendo su proliferación.

En fin, cada uno sabe sus cuentas. Lo malo es que a los que no les salen, no lo cuentan. Hala, por lo negro.

El Maño

(Foto de archivo)