Opinión

La nostalgia. Opinión de Jose Vicente Busta Cofiño

La nostalgia. Opinión de Jose Vicente Busta Cofiño
La nostalgia también ser conductores profesionales
La nostalgia. Opinión de Jose Vicente Busta Cofiño

Mas allá de los bucólicos relatos decorados en tonos rojos, de los cuales solo se hay que acordar para dar alguna que otra orientación, hablar de amar la profesión del transporte no es asumir los guiones marcados por quienes pactan las nóminas en asesorías ajenas al obrero, amar la profesión es también defenderla, defender su buen hacer, su dignidad, es pensar que esa profesión debe ser el sustento con el suficiente poder adquisitivo para vivir de ella, nunca debe ser los eslabones de una esclavitud impuesta a golpe de perder derechos, nunca debe ser la justificación para malvivir de polígono en polígono, la dignidad, al menos como obrero debe de ir un poco más allá.

Amar está profesión es sinónimo de empatía, empatía hacia el buen hacer de la gente, saber que estás haciendo algo bien que al menos sabes que es reconocido con lo que ellos, la patronal firma, el convenio laboral, siempre esta la lucha por los derechos de uno por encima de las imposiciones dictatoriales de aquellos que pensando que es su particular cortijo se creen en posesión también de las "almas" y sus derechos para vulnerarlos.

Amar esta profesión, es también desde la humildad del obrero plantarle cara a la soberbia alimentada desde la avaricia defendiendo nuestros derechos, para ello debemos hacernos fuertes y plantar cara a quienes nos vulneran los derechos.

Amar está profesión, es saber y tener claro que somos un pilar fundamental de ella, lejos de ser esa "tuerca" parte del camión que se cambia sin más coste del ofrecido por la garantía de saber que otro vendrá que más le haré.

Amar está profesión es luchar por hacer ver la necesidad de respetar los derechos del obrero para que futuros obreros decidan unirse y asegurar el tan necesario relevo generacional, no sangrar hasta límites insospechados a los que de momento aguantamos, sin darnos ni siquiera la oportunidad de hablar bien de nuestra profesión, pensando que con que suframos unos pocos es bastante, nunca engañar al que ve desde afuera y en ocasiones con el guion ya marcado de sumisión y "buen" obrero haciéndole creer que esto es el Edén, para que a los cuatro viajes se les desmorone todo el castillo de naipes.

Amar está profesión nunca debe de ser sinónimo a solo ver en ella el cortijo donde vulnerando los derechos del obrero pueden sin ni siquiera ponerse colorados aprovecharse de la necesidad de los obreros, comer, las dietas del obrero desplazado a la empresa le salen gratis, su financiación corre a cargo del propio obrero y su salario base, de la nómina ya no hay más donde rascar, eso no es amar la profesión por alguien que sus ganancias dependen directamente del bienestar del obrero, al ser este con su trabajo, y las horas extras así como las dietas no pagadas, quien genera riqueza.

Por eso el obrero debe de buscar la unión, la fuerza que siempre tuvo en dicha unión para conseguir grandes logros ante la siempre opresora patronal, debe de alejarse de individualismos intencionados y financiados por la patronal con sus embaucadores cantos de sirena separando al individuo haciendo creer que es mejor que el resto por cuatro reales mas de limosna. Separado éste del resto la patronal logra uno de sus mas anhelados triunfos que es negociar a nivel personal el coste de las cadenas eludiendo así la fuerza y muro de choque que da la unión y los convenios laborales. Desde CNTTransportesLaFelguera cada individuo cuenta, cuenta como individuo pero a la vez como ese gran muro de defensa contra el que la patronal choca al imponer su opresión y praxis.

Texto de Jose Vicente Busta Cofiño, enviado a la redacción de Diario de Transporte para su publicación. Si quieres hacer pública tu opinión envíala al correo electrónico: [email protected] y la publicaremos en la sección de Opinión y Debate.

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