Opinión

Negar lo evidente, no sirve de nada. "El Camionero en ruta". Opinión

Negar lo evidente, no sirve de nada. "El Camionero en ruta". Opinión

Significado de evidente: "Que es tan claro y patente que no puede ser puesto en duda o negado". Esta definición de la palabra, es para aquellas personas que puedan tener alguna duda o negar de lo que voy a escribir a continuación esta semana.

Evidente e innegable es que, mal que le pese a aquellas personas que por arte de magia se han convertido en negacionistas de todo, el transporte de mercancías por carretera y el de viajeros, al igual que el resto de modos de transporte, está viviendo una auténtica crisis que le obligará irremediablemente a evolucionar y adaptarse a los tiempos presentes y futuros. Tal y como ha sido a lo largo de toda la historia de la humanidad cuando una crisis mundial la ha sacudido, y la provocada por la pandemia del coronavirus ha afectado, afecta y afectará seriamente al sector.

Por lo que no le quedará más remedio a empresas y trabajadores del transporte a irse adaptando. Así que aquellas personas que públicamente niegan que no hacen falta conductores profesionales y que el transporte atraviesa una escasez mundial de estos profesionales, deben vivir en otro planeta; porque si no fuera real esa escasez, las empresas no lanzarían la voz de alarma asegurando que no encuentran conductores en España, Europa y el resto del mundo.

Otra cuestión diferente es que no les quedará más remedio que un auténtico examen de conciencia, un baño de realidad y una adaptación urgente, para darse cuenta que no todo se puede solucionar con incrementos salariales basados en recorrer más kilómetros, en tratar de convencer a las nuevas generaciones con cantos falsos de sirena o en contratar personas de otros paises para que sobrevivan en las malas condiciones que lo han hecho otros conductores antes, negándose a volver a sus países de origen para no tener que aguantar la vergüenza del fracaso.

Por lo que aquellas empresas que no encuentran conductores, lo tienen muy fácil, porque no todas los necesitan. Saben el remedio y lo saben muy bien. Pero si no lo ponen porque su modo de actuar es desde la más absoluta incompetencia empresarial, porque están en el transporte de mercancías únicamente para hacer dinero a costa del maltrato y la explotación de los trabajadores, su futuro es muy, muy negro. Sencillamente porque no son empresarios, son simple y llanamente industriales, que buscan en las personas a su cargo el mismo rendimiento que le piden a sus vehículos, creyendo que los pueden sustituir como una pieza más o por otro camión, autobús, taxi, maquina de tren, avión o barco.

Los empresarios españoles del transporte por carretera llevan años quejándose, sobre todo los de mercancías, que la situación es insostenible, por los altos costes del combustible, el más que probable peaje en las vías de alta capacidad o por los altos costes sociales y salariales de los trabajadores. Llevan meses amenazando con paros empresariales que nunca llegan a realizarse, con lamentarse por boca de sus asociaciones de su situación, pero sin hacer nada al respecto.

Pues lo tienen muy, muy fácil para solucionar sus problemas. Ellos tienen la sarten por el mango, pero muy bien agarrada. Tienen sus asociaciones y federaciones desde hace muchos años, a las que pagan una cuota mensual. Tienen los camiones y autobuses que son imprescindibles para realizar el transporte, sin ellos el transporte se paraliza por completo. Ellos son los únicos que pueden poner al Gobierno contra las cuerdas y en peligro de dimisión irrevocable si no se atienden sus demandas. ¿Por qué no lo hacen?. Ellos saben la respuesta y se mienten a si mismos con sus lamentos.

Aunque no lo hacen por una simple regla trasnochada de supervivencia, porque por mucho que se reúnan en asambleas, cuando estas terminan, se dedican a machacarse y quitarse los clientes unos a otros rebajando precios, lo que conlleva como consecuencia la bajada de salarios y el trato denigrante a las personas que conducen sus vehículos, buscando unicamente sobrevivir y ganar dinero, aunque sea cada vez menos. Todo ello mientras el mundo avanza en señales de alarma por problemas de abastecimiento. Ejemplos hay al respecto tan solo con mirar al Reino Unido.

Porque para una posible huelga de conductores profesionales o trabajadores del transporte a corto o medio plazo, no creo que se produzca, ni tampoco se producirá. Todos se quejan en las redes sociales de la falta de unión, pero pocos se paran a hacer una reflexión en profundidad sobre lo que les beneficiaría una movilización. Al contrario, hay una amplia mayoría que pierde el tiempo en tirar piedras sobre su propio tejado cuestionando continuamente a los compañeros que tienen alguna iniciativa. Un mal muy español, porque al primero que asoma la cabeza sobre el resto pidiendo unidad se le fulmina con criticas, calumnias y argumentos peregrinos y primitivos carentes de la más mínima lógica.

Así, que en estas estamos, en la negación constante de lo evidente de una amplia mayoría que prefiere mirar para otro lado, como si viera un oasis inexistente en el desierto, mintiéndose cobardemente a ellos mismos, por la simple ley de supervivencia resignada, esperando inocentemente que uno o varios milagros lo solucione. En fin, veremos la evolución a todo lo anterior.

Como siempre: ¡¡¡Buena ruta, tanto en la carretera como en la vida!!!.

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