Opinión

Ni están todos los que son, ni son todos los que están. "El camionero en ruta". Opinión

Ni están todos los que son, ni son todos los que están. "El camionero en ruta". Opinión
Ni están todos los que son, ni son todos los que están. Conductores
Ni están todos los que son, ni son todos los que están. "El camionero en ruta". Opinión

Como no podía ser de otra forma, esta semana el debate en el transporte de mercancías por carretera, ha estado centrado en la falta o no de conductores. Personalmente creo que, una vez más, ni están como conductores profesionales todos los que son, ni son todos los que están, lo siento, pero es mi opinión, me explico:

Desde que comenzó esta polémica sobre si faltaban camioneros o conductores profesionales en el transporte por carretera hace muchos meses, siempre se ha escuchado, sobre todo en las redes sociales y en algunos medios prácticamente el mismo mantra: "La única solución está en la incorporación de jóvenes a la profesión", un discurso interesado, sobre todo por un sector empresarial un tanto ciego ante la realidad del sector.

Mientras que por otro lado, se podía ver como los que llevan años al volante de un camión se quejan de la falta de salarios adecuados, del incumpliendo de los convenios y del maltrato por parte de algunos "pseudo-empresarios", llegados al mundo del camión con la misma profesionalidad que si hubieran decidido poner un asador de pollos.

¿Por qué lo del titular del artículo? Precisamente por la falta de un análisis profundo sobre la realidad del transporte de mercancías por carretera. Algo que ha terminado convirtiendo al sector en España y Europa en una selva cruel, en la que, cualquiera cree que con una licencia de transporte, un camión, un teléfono y una bolsa del carga puede pasar a creerse una gran empresa. Del mismo modo que cualquiera que tenga el carnet de conducir, puede dejarse atraer por los cantos de sirena y creerse que ser camionero es la "repera" y va a ganar un sueldo del que no ha visto las consecuencias posteriores.

Todo lo anterior, junto a la llegada al mercado de "plataformas de carga y aplicaciones de Internet", creadas por genios informáticos de salón que no han visto, ni se han subido a un camión en su vida, con el objetivo de enriquecerse y ser rentables a los fondos de inversión en los que han puesto su "invento"; ha incrementado mucho más el transporte en camiones en la Unión Europea.

Que nadie busque fantasmas inexistentes con la excusa de las empresas buzón y el cabotaje desmesurado. Que las primeras que crearon esas empresas buzón en terceros países fueron las grandes del transporte y a continuación el resto, convirtiendo el cabotaje en un duro campo de batalla. El delito grave no lo cometen esas empresas, lo cometen interesadamente los países de la U.E. que consienten esa deslocalización, con los consiguientes bajos salarios en esos países. Luego, es un problema legislativo y regulatorio grave de una Comisión Europea que no quiere solucionar el transporte por carretera.

Es la misma política interesada que permite los paraísos fiscales a lo largo del Planeta. El que defrauda comete un delito, pero es mucho más delito que haya países que lo consienten.

El fraude fiscal y las injusticias laborales y el dumping social que sufren los conductores profesionales de la Unión Europea, es como consecuencia de la falta de una armonización fiscal y laboral en la Unión Europea, en la que es exactamente lo mismo hacer transporte de mercancías por carretera, ya sea local, regional, nacional o internacional, independientemente del país.

Además tienen toda la razón del mundo los que critican a esos industriales, nunca empresarios, que ven en el conductor a otra pieza más del camión, con la que intentar sobrevivir en un mundo empresarial para el que no están preparados. Sencillamente porque carecen de un estudio serio de costes y explotación, moviéndose al ritmo del resto, como aficionados de una profesión para la que no valen.

En cuanto a los conductores asalariados que se quejan del maltrato por parte de los malos empresarios, lo tienen fácil. Antes de firmar contratos de trabajo y de aceptar condiciones que se hagan respetar como profesionales. Pero si una vez han empezado a trabajar les maltratan laboralmente, lo tienen muy fácil: Denunciar que para eso tenemos una de las mejores legislaciones del mundo.

Es, como siempre mi opinión, de la que como es lógico, cada cual tiene la suya. Espero que la expresen libremente. ¡¡¡BUENA RUTA!!!.

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