No lo leáis, por favor. "Camionera Metalera". Opinión

El título de este artículo de opinión, el primero del año, puede ser un poco chocante y soy consciente de ello, pero insisto, por favor, no lo leáis. Por una vez, no lo estoy escribiendo para dar mi opinión sobre cualquier tema que me interese del transporte.
Sin que sirva de precedente este artículo es una escritura en voz alta por y para mí misma, una reflexión para empezar el año descargada de todo lo acumulado en años anteriores, que quieras o no va pesando en unas espaldas cada vez más cansadas. Supongo que tengo que aprender a dejar por el camino lo innecesario y tóxico para hacer sitio a lo positivo que me ayude a seguir adelante.
Acabo de leer la despedida del compañero Camionero en Ruta y me ha dejado tocada o cuanto menos pensativa.
¿Merece la pena todo esto? ¿Merece la pena exponer públicamente ideas y opiniones aún cuando lo hago para poner el dedo en la llaga e intentar concienciarnos de que este nuestro bonito mundo necesita mejorar? ¿Merece la pena aún sabiendo que escriba lo que escriba se va a manipular, sacar de contexto, tergiversar utilizando no argumentos, sino insultos, vejaciones, mentiras, desinformaciones e incluso ataques a mi físico?.
Aquí, permitidme un inciso.
Lo de “Vieja Pelleja” me pareció tan sublime que lo uso como hashtag y seña de identidad en mis redes sociales para que no se me olvide el gran nivel de avance que hemos logrado las mujeres en esta sociedad, que se nos valora o no según unos estándares de juventud y belleza y no por nuestra capacidad mental, intelectual, moral, educativa, laboral, etc.
Aunque a nadie le importe un bledo, deciros que si en mi adolescencia, (período muy influenciable de nuestras vidas por “el que dirán”); no me importaba ni tres pimientos lo que se opinaba de mi aspecto físico, imaginad lo que me importa ahora que ya he pasado de los 60 años. Pensaba entonces y sigo pensando ahora que todo el que ataca mis ideas basándose en mis posibles defectos físicos solo intenta ocultar y minimizar sus defectos mentales. Y punto y pelota.
Como siempre, me voy por las ramas. Vuelvo a lo mío.
¿Merece la pena estar en la palestra para que unos me acusen de intrusismo porque según ellos sólo cuando lleve 20 años o más en el transporte podré opinar? ¿Y cuando los mismos me acusan de chochear debido a que llevo bastantes más de esos años? ¿Cómo se puede gestionar ser atacada por llevar poco tiempo y por llevar demasiado…, por los mismos personajes?
Muchas veces a lo largo de estos años, la gente de mi entorno, familia y amigos de los de verdad, me han aconsejado pasarme al anonimato, seguir dando mi opinión pero sin dar la cara. Tengo que confesar que jamás lo he tenido como opción.
Cuando obtuvimos la democracia en este país, yo tenía 13 años. Viví mi adolescencia con la pelea diaria por defender mis derechos como ciudadana de este país. Nadie nos dio nada. Todo absolutamente todo nos lo peleamos a pie de calle frente a porrazos y balas de goma de los grises. Sé lo que es salir del instituto en el casco viejo de mi ciudad con el carnet de identidad en los dientes frente a los controles de la policía que nos mandaba a pasar la noche en los calabozos solo por llevar zapatillas de deporte y chandal. Crecí defendiendo mi igualdad respecto a los hombres a pie de calle, no delante de un teclado. ¡Defendiendo nó!, exigiendo mi derecho a opinar. Mi derecho a elegir mi vida. Mi derecho a elegir profesión.
Y ahora me pregunto: ¿De verdad pensáis, que vais a callarme ahora? ¿De verdad creéis que vuestras opiniones sobre mi persona me importan un carajo? ¿De verdad llegáis a creeros que me afecta lo más mínimo que intentéis callarme con el insulto personal?
Que conste en acta:
.- Soy camionera por elección propia.
.- A mis haters y trolls: Ni os pregunté entonces ni voy a preguntaros ahora lo que puedo hacer o decir y lo que no, porque sinceramente no necesito vuestra autorización. Pero ¡Os quiero un montón!.
.- Seguiré tomando como ejemplo a mis compañeros: Camionero en Ruta, Camionero García, Francisco José Cascales, Basilio Aragón Posada, Fernando Guillén, Salvador Egea, Miguel Angel Mata, José Mateos Mariscal, Jose Vicente Busta Cofiño, porque son los que me acompañan en el camino de la libertad de expresión.
Y mientras dirección de Diario de Transporte me lo permita, seguiré dando mi opinión siempre que lo considere oportuno. ¡¡Muchas gracias a todos!!; y como pequeño homenaje a Camionero en Ruta ¡¡NOS VEMOS EN LA CARRETERA!!.
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Foto: Consuelo Chambó