Rementeria, ocho años perdidos. Opinión
Redacción.- La despedida del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria Maiz, deja bien a las claras su nulo bagaje de éxitos dignos de ser mostrados. Los ocho años de legislatura presididos por él, no dan para llenar con aportaciones positivas ni tan solo un folio de su último discurso ante las JJGG.
Han sido años vacíos, por lo que el diputado general saliente se ve obligado a optar por despedirse con fuegos de artificio. Lo que presenta a la ciudadanía en este postrero discurso no pasa de un cúmulo de intenciones y macroproyectos huecos, incluso algunos innecesarios, y todo para no reconocer el desastre de legislatura que nos deja.
El mayor desindustrializador de Bizkaia
Son incontables las empresas cerradas o huidas del herrialde en sus ocho años al frente de la diputación foral. Algunas empresas incluso después de recibir jugosas subvenciones y ayudas a cargo del dinero público. En el largo listado de empresas cerradas o desaparecidas de Bizkaia podemos mencionar algunas tan decanas como la Naval de Sestao a la que el diputado saliente clavó la puntilla definitiva para cerrarla. También dejó escapar empresas autóctonas de reciente creación como Euskaltel o Gamesa que pasaron a engordar fondos y conglomerados foráneos.
Por otro lado podríamos citar las empresas que languidecen a medio gas como por ejemplo Arcelor. Este es el deplorable panorama industrial que nos deja sus ocho años al frente de la diputación foral de Bizkaia. A pesar de los saraos que montaba Rementeria en Londres o Madrid mostrando una Bizkaia idílica para atraer nuevas empresas, el resultado es que en los últimos ocho años las nuevas empresas de tamaño medio o superior creadas localmente o trasladadas a Bizkaia ha sido cero. Las dos legislaturas presididas por Rementeria solo favorecieron la desindustrialización de Bizkaia.
Ocho años de pobres actuaciones
Durante el mandato de Rementeria ocurrió la tragedia del Vertedero de Zaldibar. La noche de los hechos, ante las cámaras de ETB, la única explicación que pudo dar Rementeria, eso sí con cara de póker, consistió simplemente en reproducir la línea de defensa de la Infanta Cristina: “No sabía” que ese vertedero existía. Aunque el vertedero tuviera una autorización otorgada para ubicarse justo encima de la Autopista AP-8 y proporcionar pingües beneficios a desaprensivos empresarios muy próximos a la cuerda política del poder, el diputado general declaró ante las cámaras desconocer su existencia.
Tampoco podemos olvidar su pobre actuación ante la pandemia del Covid. Desaparecido durante mucho tiempo y permitiendo que las empresas cercanas hicieran lo que quisieran en las residencias de mayores, traducido esto entre otras cosas, y dicho de forma suave, en silencios a las familias y muertes por el desafortunado manejo de las situaciones.
Plataforma AP-8 Peajerik EZ
Foto de archivo