"Sentado a la mesa". Opinion de Manuel Pérezcarro Martín

Hace muchos años, cuando el sector del transporte estaba revuelto -esto ocurre periódicamente- y se encontraba enfrentado, pues algunos defendían posturas proteccionistas con relación a la contratación, los famosos centros, y otros defendían la libertad de empresa, mantuve algunas reuniones con el entonces jefe de la Comandancia de Murcia de la Guardia Civil, el coronel Luis Plaza para la protección de aquellos transportistas que no apoyaban un paro nacional y que deseaban protección para ejercer libremente su actividad.

En una de nuestras conversaciones sobre los problemas que atravesaba el sector, me dijo una frase que no he olvidado: “los problemas no se resuelven debajo de la mesa, ni tampoco encima, se resuelven sentado a la mesa”.

Es decir, si existe un problema se debe afrontar trabajando por solucionarlo, no se resolverá si evitamos enfrentarnos con él o adoptamos una postura de protesta y algarada esperando que otro lo resuelva.

Esto me ha hecho pensar en la labor que viene realizando el Comité Nacional del Transporte por Carretera y las asociaciones que lo conforman, para tratar de solucionar los problemas que afectan al sector del transporte de mercancías.

Son decenas de reuniones las que se vienen manteniendo para tratar sobre aquellos problemas que aún no se han resuelto, tras los acuerdos alcanzados en diciembre del 2021 y marzo de 2022. Entre comisiones de trabajo, plenos, reuniones con la Dirección General de transportes del Ministerio de Transportes, además de las reuniones que celebramos en las propias asociaciones para dar cuenta de la marcha de las negociaciones.

En la actualidad, se debaten temas importantes como la limitación en la cadena de subcontratación, al objeto de eliminar intermediarios que no aportan ningún valor en detrimento de los precios del transporte que finalmente percibe el transportista efectivo. La escasez de conductores profesionales. La implantación de nuevas masas y dimensiones de los camiones. El estudio de las demoras en centros logísticos, almacenes o fábricas de las operaciones de carga y descarga. El seguimiento de las actuaciones de la Inspección de Transportes en el cumplimiento de la nueva legislación a que dieron lugar los distintos acuerdos alcanzados. En fin, un trabajo altruista y arduo, en el que están implicados los representantes del sector, con muchas horas de dedicación.

Digo todo esto para que se comprenda la importancia del Comité Nacional y de las propias asociaciones de transportistas que lo conforman, desde las que integran fundamentalmente al transportista autónomo y pymes a grandes empresas u operadores.

Cabe resaltar, que, en ocasiones, cada una de las asociaciones que integran el Comité Nacional, defienden, para el mismo problema, posturas distintas. En estos casos se trabaja para consensuar una posición única del Comité, lo que obliga a cesiones de unos y otros con el fin de no imponer, en la medida de lo posible, lo que puede opinar la mayoría y conseguir de esta forma acuerdos sólidos respaldados por todos.

Luego estos acuerdos hay que discutirlos y defenderlos con los representantes del Ministerio de Transportes, que, a su vez se encuentra limitado por las posiciones de otras partes a las que les pueden afectar los acuerdos del Comité Nacional, como las distintas organizaciones de cargadores.

Por ello, cuando finalmente se promulga una norma, el transportista debe valorar el trabajo que, previamente, han hecho sus representantes, independientemente de que se esté asociado a una organización u otra o no se pertenezca a ninguna, y que, algunas veces no se pueden conseguir los objetivos iniciales, pues hay que realizar concesiones a unos y a otros, pero que sin duda alguna, con cada norma, se ha dado un paso más en defensa de los intereses del sector y en la mejora de su actividad.