Yo soy camionero, no su esclavo. Editorial
@Camioneroleones.- Sí señor, como suena, yo soy camionero, no su esclavo. ¡Ya está bien de tantos abusos!. De que puedan disponer de nuestras vidas a su antojo, tanto cargadores, como receptores y empresarios.
Ya va siendo hora de que nos plantemos de una vez y nos hagamos respetar, tanto como profesionales, como personas. Sencillamente porque hemos llegado a un punto en el que somos el último mono, un simple número en una lista de camiones para cargar o descargar, meros esclavos de una profesión que se ha convertido en una auténtica vergüenza. Mucha culpa la tenemos nosotros por habernos dejado llevar hasta este punto, pero mucha culpa también tienen los empresarios que se han bajado, y siguen bajándose, los pantalones ante las exigencias de los cargadores y almacenistas.
Porque ya no basta con tener que ir a dormir a la puerta del cliente, someternos a sus antojos: "Ponga el camión aquí", "coja la traspaleta y cárguese usted el camión", "espere a que le llamemos", "ahora no cargamos porque ha llegado nuestra hora del bocadillo, o es el cambio de turno". Todo esto y muchas cosas más.
Amén de los consabidos movimientos sin tarjeta, el tener el tacografo en descanso mientras cargamos o descargamos, en lugar de tenerlo en "otras actividades". A lo que hay que añadir el mal llamado "camionero" que se presta a poner imanes, circular con tarjetas de conductor a nombre del administrativo de la oficina y muchas trampas más.
La pregunta que me viene a la mente es: ¿Cuánto tiempo vamos a seguir aguantado estas injusticias?, ¿Siempre? Responder vosotros mismos. En ninguna otra profesión está un trabajador 15 horas al día a disposición de la empresa. Simplemente hace su jornada de 8 horas y se va a su casa. En ninguna otra profesión un trabajador realiza tareas que no son de su cometido. En ningún otro trabajo se humilla tanto a las personas.
Creo que ya está bien de aguantar tantas injusticias. El transporte por carretera se ha convertido en una profesión cada vez menos atractiva, por lo que no es de extrañar que hagan falta camioneros. Como tampoco lo es que este trabajo no sea atractivo para las nuevas generaciones. Por esto, por esa falta constante de conductores, ha llegado el momento de hacerse valer y respetar como personas y como profesionales.
Ahora vendrá el agorero de turno a decir que si no estamos a gusto con nuestro trabajo que cambiemos de profesión y nos dediquemos a otra cosa. No es eso, sencillamente porque un noventa por ciento de las personas que estamos en la carretera amamos nuestra profesión. De lo que se trata es de dignificarla, de pararnos a pensar diez minutos si realmente merece la pena seguir así. Reflexionar si no es mejor plantarse de una vez y reclamar nuestros derechos.
Porque está muy bien poner ofertas de trabajo buscando auténticos profesionales del volante. Pero también estaría muy bien que esas mismas empresas que buscan camioneros, se comportaran como auténticos empresarios profesionales, que hacen que se respete a sus conductores, empresas que pagan salarios justos y dan a sus trabajadores un trato digno. Porque si ellas cuando hacen una selección de trabajadores procuran elegir a los mejores, nosotros como conductores también deberíamos seleccionar a las empresas, y lo mismo que ellos hacen periodos de prueba a los camioneros, nosotros también debemos hacerles a su vez un periodo de prueba a esas empresas. Como siempre ¡¡¡¡BUENA RUTA!!!.
(Foto: Archivo Diario de Transporte)