“A mi marido lo mató un camionero»». Así empezaba la basura de anuncio de la última campaña de la DGT. Si, le llamo basura, porque es lo que es: BASURA Y MANIPULACIÓN.
Lo que el anuncio no dice, es que ese señor circulaba por una autovía sin autorización para ciclistas, circulaba sin ropa reflectante y circulaba sin ninguna luz. El verdadero anuncio debería ser así «mi marido murió por gilipollas»». Pero claro, eso no vende. Es preferible echar mierda encima de quien se está ganando el pan honradamente.
Hace menos de dos semanas, volcó un compañero por esquivar a un pelotón de ciclistas que se iba pasando las normas de circulación por el forro (cosa habitual en este colectivo) pero, claro está, con esto no van a hacer una campaña.
Seguimos esperando una campaña de la DGT que diga: «»conduzca con precaución, que las carreteras están hechas un asco»», pero parece ser que está campaña tampoco interesa. Se supone que un tanto por ciento de las sanciones se tiene que revertir en el mantenimiento de las vías, pero solo hace falta salir a carretera para ver que las únicas vías que se arreglan deben de ser las respiratorias o estomacales de los gerifaltes de FOMENTO.
(Foto de archivo)
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