¡¡ Biba hespaña!! . Opinión de José Vicente Busta Cofiño
“Señor amo, no me dé solo un latigazo, deme dos por favor, que uno ya me lo dio ayer”. Eso es lo que desearían gritar a los cuatro vientos esos esclavos agradecidos. Los mismos que Marie Von Ebner, escritora austriaca nacida hace casi 200 años, describe tal que así: “los esclavos felices son los peores enemigos de la libertad”.
Yo, personalmente, soy más de M. Bakunin cuando escribía “ejercer el poder corrompe, someterse al poder degrada”. También de Emma Goldman, calificada por el FBI como la mujer más peligrosa de América, cuando para dar la máxima a la libertad escribía “si no puedo bailar, tu revolución no me interesa”. Bailar es una de las formas más bellas de describir la libertad.
Esa misma libertad es la que esos amos día tras día nos quieren coartar, nos vulneran siempre en pos de llenar sus tripajes, sin pudor alguno. Este 18 de mayo, una vez más, la escritora austriaca tenía razón. Los enemigos, hasta de su propia libertad, suplicaban al amo dos latigazos en vez de uno; mientras unos bailábamos reclamando como obreros nuestros derechos, los esclavos vacíos, los mismos que hace poco más de un año llenaban los polígonos reclamando mejoras mercantiles para sus amos, eran esclavos felices.
Quienes no nos sometemos al poder para así luchar por nuestra dignidad, para no degradar nuestra conciencia, seguiremos en la trinchera enfrente de todo aquello y todos aquellos que vulneran nuestros derechos. Bien sea el propio patrón con su más fiel cómplice, el propio estado, como contra todos esos esclavos felices para decirles, gritarles que de nuestra empatía también ellos saldrán ganando. Que reclamar nuestros derechos ni nos va a hacer menos profesionales ni por ello detestar un oficio como el nuestro. Al contrario, defender nuestros derechos devuelve esa dignidad usurpada por quienes sólo ven en él, el particular cortijo para enriquecerse.
Este jueves pasado fue un primer paso. Un primer paso con el que se inician todas las grandes maratones, ganarla es cosa de todos, incluidos aquellos esclavos felices. Sus amos serán los primeros en dejarles de lado cuando no den más de si, cuando su agotamiento sea tal que levantarse a diario sea su peor castigo por ser eso, un esclavo feliz, su amo pasará de lado por delante de su cadáver que ni siquiera se volteará a mirar.
Esta españa (en minúscula, la mayúscula le queda muy grande aún), esta españa sumisa y buena esclava aún le falta despertar, bajarse de los brazos de Morfeo en los que está. Aprender que nuestros derechos no son el sueño húmedo de quienes los vulneran para enriquecerse. Que nuestros derechos vienen marcados en los convenios laborales afines, en el Estatuto de los Trabajadores.
Debe de despertar y hacer por conocer y saber que nuestros derechos son derechos laborales, nunca mercantiles. Que lo que defienden sus amos, aprovechándose de su ignorancia para rellenar rotondas de polígonos, son derechos mercantiles. Lo más alejado a tener en cuenta a la hora de, por ejemplo nuestra jubilación, de nuestras bajas laborales, de nuestro propio desempleo. Todo ello cotizado con nuestro sudor, con nuestros derechos laborales.
La felicidad está en poder disfrutarlos con salud. Nunca esa felicidad debe estar sometida a la sumisión y acomodamiento del yugo del amo al cuello. Levantemos la cabeza, que sepan que sin nosotros sus negocios se caen, por que sólo son buenos gestores a sabiendas de que su mejor aval es robarnos nuestros derechos.
¡¡Compañeros!!, nos vemos en la trinchera, siempre enfrente del opresor, del lado del más débil, por que de eso en #CntTransporteLaFelguera sabemos mucho. Nuestra felicidad se baila, no se somete. !!SALUD Y ANARCOSINDICALISMO¡¡.
P.D.
El titular está especialmente dedicado a esa masa amorfa de carne con ojos servil y palanganera, feliz bajo las faldas de su amo.
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