¡¡Por fin es lunes!!: La jubilación de los conductores profesionales a los 60 años no es una broma. Opinión
¡¡Por fin ya es lunes!!, es una nueva sección de opinión que inauguro en Diario de Transporte, en la que el primer día de la semana dejare mi opinión sobre los diferentes temas que afectan al transporte, tanto de mercancias por carretera como de viajeros.
Para comenzar esta nueva sección, el primer tema que quiero tratar es el de la jubilación de los conductores profesionales a los 60 años, ¿por qué solo la jubilación a los 60 años para los conductores profesionales y no para los transportistas autónomos? Sencillamente porque estos últimos no están obligados a jubilarse a los 60 años, y en su caso puden acogerse a las ayudas estatales para que abandonen la profesión, algo que ya existe desde hace años, pero también pueden acogerse a la jubilación a los 65 años tienen 37 años y 2 meses cotizados, en caso de no tenerlos tienen que jubilarse a 66 años y 2 meses, de acuerdo con la última reforma legal.
Pero en este artículo estoy refiriéndome a la jubilación de los conductores profesionales, y que un conductor profesional se jubile a los 60 años, después de muchos años agarrado al volante de un camión o un autobús, no es ninguna broma, al contrario, es un tema muy serio y que afecta muy directamente a estos profesionales, en la misma medida que les afecta, y mucho, que no se les reconozcan muchas de las enfermedades profesionales que acarrea la profesión, obligando a muchas personas a seguir trabajando con graves problemas de salud, tomando medicaciones cuyos efectos secundarios son muy peligrosos para la seguridad vial.
Pero aunque esta petición de la jubilación a los 60 años es antigua, es muy triste que todavía siga sobre la mesa de las peticiones de los conductores profesionales, es muy triste que los sindicatos tradicionales toquen este tema de pasada y unicamente "para quedar bien", pero sin profundizar en el tema y sin plantearle seriamente al gobierno de turno la necesidad de sentarse inmediatamente a negociar sobre este tema, exigiendo soluciones rápidas y leyes claras y eficaces que amparen este grave problema.
No es de recibo que haya conductores profesionales en las carreteras arrastrando sus huesos con la unica esperanza de llegar a los años que le corresponde para jubilarse con las leyes actuales que, por cierto, con las ultimas reformas han alargado mucho más la edad de jubilación de los trabajadores, para mayor desgracia de estos profesionales.
Claro que este tama es una "patata muy caliente" que ningún gobierno quiere coger, como es también un grave problema para las empresas de transporte, tanto de mercancías como de viajeros, si de pronto se aprobara la jubilación de los conductores profesionales a los 60 años, si tenemos en cuenta que la escasez de conductores es cada dia mayor y el relevo generacional no se produce, precisamente por la precariedad laboral, social y familiar en la que se encuentra la profesión, sin ningún signo ni iniciativa que incite a los jóvenes a ponerse al volante de un camión o de un autobús.
El deseado relevo generacional es un tema muy serio ante el que tendrían que plantearse, tanto desde el gobierno como desde las asociaciones que engloban el Comité Nacional del Transporte por Carretera, para abordar en profundidad y con absoluta seriedad este otro problema, porque la solución no es hacer campañas de contratación de conductores en otros paises, esa experiencia ya se vivió en el transporte hace unos años y todos sabemos el resultado que dió.
Como también es necesario y urgente, que gobernantes, empresarios y líderes sindicales aborden seriamente la jubilación a los 60 años de los conductores profesionales, aunque para eso también es necesario que se demande insistentemente por los propios conductores, realizando campañas de presión a los sindicatos y gobernantes, no solo en las redes sociales, también con manifestaciones masivas en las calles. Claro que mientras todos los profesionales actuales no se conciencien de que tienen que pelear con todas sus fuerzas para conseguir la jubilación, el problema tiene difícil solución, mientras los años siguen pasando.
No es justo social y legalmente que un funcionario público o un empleado de banca se pueda jubilar a los 56 años y un conductor profesional no pueda hacerlo a los 60, cuando no tienen ni la más minima comparación el trabajo de los primeros con el de los conductores, no se entiende, pero no olvidemos que los logros sociales no se consiguen solos, hay que pelear, y mucho, para conseguirlos, pero en este caso toda la lucha que se emplee para ello merecerá la pena. Pienso.