Nuevamente la falta de conductores vuelve a la palestra. Y nuevamente se buscan excusas baratas en vez de solucionar los problemas atajando el fondo de la cuestión: no hay conductores porque este es un oficio duro, que ni esta pagado, ni está considerado profesionalmente.
No está pagado porque en países como España ni siquiera los empresarios son capaces de cumplir una sencilla normativa laboral, no se pagan las horas, ni las nocturnidades, ni las dietas fijadas en convenio, no se respetan horarios laborales y estos se sustituyen por el reglamento 561/2006 que, recordémoslo otra vez, no es una norma laboral, sino de seguridad y de normalización.
Un ejemplo si un conductor de la provincia de A Coruña cobrará por convenio colectivo, como marca la legislación, ateniéndose a sus 1.800 horas anuales, sin horas extras, sin nocturnidades, estaría percibiendo unos 2,500 euros netos mensuales, solo en nacional, con 22 días de trabajo y con tres pagas extraordinarias de unos 1.100 euros netos. Sin embargo, el salario medio en esta provincia es de 2,000 euros con todo incluido…, y desde luego se hacen horas, se trabajan fines de semana y festivos, etc etc. que os voy a contar que no sepáis. Para comparar, una dependienta de una tienda de Inditex, gana, mínimo según el último acuerdo firmado, 1.500 euros mensuales, y trabaja 8 horas diarias y libra festivos. Un trabajador de Mercadona cerca de 1,400. Esta tozuda realidad los empresarios no quieren verla, dan mil excusas.
Pero lo sorprendente no es que los empresarios no les de la puta gana de pagar lo que deben pagar, lo sorprendente es que la Administración lo sabe y ni ha hecho nada, ni va hacer nada. Es más, la inoperancia es absoluta en los servicios de Inspección de Trabajo, que ni tienen medios, ni tampoco ganas, de complicarse la vida en algo tan complejo como el transporte por carretera. No tienen capacidad de leer el tacógrafo, lo que es fundamental para establecer las horas de trabajo, y deben recabar a Inspección de Transporte, que aún tiene menos ganas de complicarse la vida, por si esto fuera poco, se tarda una eternidad en formalizar una denuncia, pasan meses desde que un empresario es denunciado por impago de nóminas hasta que se da un expediente firme, y ya no digamos si la denuncia es en el juzgado de lo social, con demoras de un año. Y esto invita a que los empresarios sigan haciendo lo que les sale de los mismísimos.
¿Y qué decir de los servicios de Inspección en carretera?¿A cuantos os han mirado el selector del tacógrafo?¿Cuantas veces os han inspeccionado en un área cuando hacéis las 45 horas? ¿No lo hacen porque no quieren o porque han recibido instrucciones de mirar para otro lado?
Y profesionalmente no somos reconocidos. Además de la Guardia Civil mirando para otro lado, tenemos las “soluciones»» de los políticos europeos, el famoso “paquete de movilidad»». Muchos habíamos denunciado que con esas soluciones lo único que se conseguiría es trabajar más y cobrar menos: el resultado de aumentar las horas de conducción no es que los conductores lleguen a su casa, como era previsible, sino que se metan mas viajes, el resultado de poder hacer dos descansos de 24 horas en dos semanas consecutivas es que se trabaja más, porque en la enorme mayoría de empresas estos descansos no se recuperan tal y como marca la ley, y por supuesto en las inspecciones por carretera esto tampoco se mira.
Y es que nuestros amigos de Europa lo hicieron muy bien: alteraron el 561 con la excusa de la flexibilidad, pero se garantizaron que no existieran medidas de control adecuadas para evitar los abusos de la patronal, y, como no podía ser de otra manera, esos abusos se producen de forma generalizada. No se pueden hacer 45 horas, pero legislaron de tal forma que o te pillan en la cabina en el 45.01 o nada que hacer, es decir, papel mojado…, tal y como muchos habíamos denunciado.
No somos profesionales porque no existe formación. La formación está sobre el papel, pero en la realidad esta formación es un paripé para cubrir expediente y para que las academias se forren con dinero público, y todos los sabemos de sobra. La formación que nos dan no vale más que para perder el tiempo en la mayoría de los casos, se sigue realizando en jornada laboral, y empeorada con esa basura que llaman “formación 2.0″», que básicamente consiste en realizarla desde la cabina del camión en tu tiempo de descanso, pero facilitando un ahorro impresionante de costes a las academias de turno y permitiendo a las empresas no perder ni una hora de trabajo. Y estas cosas no pasan en ningún sector que se llama profesional.
No se nos considera profesionalmente porque no se valora nuestro trabajo correctamente, si se hiciera nos tendrían que reconocer la peligrosidad y penosidad de nuestro oficio, las enfermedades a las que nos enfrentamos, la accidentalidad, y desde luego jubilarnos con 60 años. Pero no. No tenemos accidentes, no tenemos enfermedades, nos jubilamos con 67 años, ¿qué profesional con las condiciones de nuestro trabajo aguanta eso?.
Y claro, cuando a uno no le pagan lo que deben pagarle por ley, ya no por lo que consideremos que vale nuestro trabajo, sino sencillamente por lo que marca la ley, y cuando no se nos considera verdaderos profesionales, sometidos a unos riesgos y por tanto con una serie de ventajas y compensaciones ¿quien se va a querer subir al camión?.
¿Y qué se les ocurre a los brillantes empresarios de este país?. Pues buscar conductores en América Latina y en África, y lo peor es que el gobierno lo permite, lo peor es que el Ministerio de Transportes mira para otro lado, cuando existe una demanda registrada en el SEPE mas que suficiente para cubrir las necesidades de conductores de este país, pero no, traigamos cubanos, peruanos, argentinos, marroquíes…, no aprenden…, lo hicieron con los portugueses, luego con el Este de Europa, son parches, que no conducen a ningún lado, conducen a más accidentalidad, peor profesionalidad, más precariedad.
La falta de conductores es una mezcla de muchas cosas: de salario, de condiciones, de profesionalidad, y de gestión del empresario, porque a todo lo anterior hay que sumar la calidad de vida: para que la profesión sea atractiva y atraiga personal hace falta cumplir la legislación laboral, dar formación, considerarlos profesionalmente como tales, pero también hay que dar calidad de vida: hay que acabar r con la conducción doble, hay que terminar con jornadas nocturnas en productos para los que no existe necesidad alguna de esa conducción, hay que acabar con el intercambio de palets, y sobre todo, hay que acabar con las semanas fuera de casa, con la tecnología disponible y una buena gestión no hay motivo para que un conductor no esté en su casa el fin de semana íntegro, y desde luego hay que acabar con esa manía de arrancar el domingo o un festivo, el conductor tiene derecho a disfrutar de su vida, de su familia, de sus amigos.
Y mientras todo esto no se empiece a tener en cuenta y a ponerle soluciones, lo único que seguirán haciendo es poniendo parches para tapar las fugas de agua en un barco con el casco podrido, donde taparán una vía de agua y se abrirá otra.
¡¡Buena ruta!!
Más artículos de Fernando Guillén. Prohibida su reproducción total o parcial sin la autorización expresa y por escrito del autor o el editor.




Se eliminarán los comentarios que contengan insultos o palabras malsonantes.