
Antiguamente, cuando alguien quería aseverar que algo era cierto usaba la coletilla de “lo ha dicho la tele»», pero en estos tiempos cibernéticos, hemos pasado de esta a “lo he visto en Internet “.
No hay más que darse una vuelta por el Facebook o por Twitter para ver la cantidad de información que tenemos a nuestra disposición. El problema es, que en un muy alto porcentaje es información falsa, tendenciosa y partidista. Todo esto se agrava con una clase política en permanente confrontación, una prensa vendida y unas heridas históricas y sociales mal curadas.
Si no empezamos a poner algo de nuestra parte en intentar comprobar las informaciones antes de darle a compartir y hacer la bola más grande, llegará un momento que lo que hubiera podido ser una forma de información libre e independiente acabará convirtiéndose en el “papel cuché electrónico “.
Claro está, que a todos nos han colado post falsos, a mi el primero, pero creo que va siendo hora de que salgamos de nuestras trincheras ideológicas y antes de seguir contribuyendo a la crispación compartiendo falsedades sobre el adversario político, nos aseguremos de que lo compartido sea cierto. El camino que llevamos no es bueno y en nuestra mano está cambiarlo. (Foto de archivo)



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