¡¡Por fin es lunes!!: Carta a un oficinista

Puede que te consideres tan importante como para reírte, incluso de nuestro trabajo, de darle memos valor del que se merece, pero te equivocas

Puede que te consideres tan importante como para reírte, incluso de nuestro trabajo, de darle memos valor del que se merece, pero te equivocas
julio-gomez

Julio Gómez.- Aburrido oficinista: Tu que sentado delante de una mesa, en una oficina de cualquier empresa de logística y distribución, te limitas cumplir el trabajo que te encomiendan, pero que fuera de tu cometido, te permites la osadía de intentar dirigir mi vida y las de mis compañeros, por el simple hecho de considerarte por encima del bien y del mal, cuando en realidad no has visto en tu vida un camión, me permito en esta recordarte la importancia que podemos llegar a tener sobre ti y sobre el resto de los ciudadanos.

Publicidad

Puede que te consideres tan importante como para reírte, incluso de nuestro trabajo, de darle memos valor del que se merece, pero te equivocas. Nosotros somos los verdaderos responsables de que todo lo que te rodea en tu vida diaria este en su sitio. La comida que compras cada día, la ropa que te pones y que estaba en la tienda el día que la compraste, el combustible del coche que conduces cada día, y prácticamente todo lo que te rodea en tu vida diaria. Pero ademas, también somos los que nos vemos obligados a intentar recuperar el tiempo que tu pierdes cuando te entretienes con tus compañeros hablando mientras preparas la documentación del transporte que cargamos en tu empresa.

Es mas, somos las victimas directas de los incompetentes que se consideran los amos del cotarro, por el simple hecho de tener a su disposición todos los camiones que quieren, y de las personas que los conducimos. Nosotros nos limitamos a hacer nuestro trabajo,  pero en cambio tenemos que soportar a tontos del culo que se creen poco menos que Dios, cuando en realidad no serian nada ni nadie si algún día decidiéramos todos hacer una causa común en defensa de nuestros derechos. Esos supuestos amos a los que tu sirves, y que en muchas ocasiones tu, y otros como tu, contribuyen con su desprecio hacia nosotros, para que sean el objeto de nuestras quejas.

Planificáis viajes y recorridos desde vuestro único concepto de la carretera. Ese que no va mas allá de lo que se puede recorrer al volante de un turismo. Desconocéis la velocidad media de un camión cargado, pero en el caso de que la supierais, la ignoráis deliberadamente. Del mismo modo que trabajas en una empresa de logística y muestras la mayor de las ignorancias en lo que refiere a los tiempos de conducción y descanso, junto con las leyes que los regulan. Si alguna vez alguien te lo comenta, te limitas a contestar con un lacónico: «Ese no es mi problema». Te equivocas, es tu problema y mucho.

Pero para desgracia nuestra nos hemos vuelto tan sumisos que ya no hacemos nada por ponernos en el lugar que nos corresponde. Por hacernos valer e imponer la ley que nos regula, pero que, al mismo tiempo, nos protege. Que seria lo justo. Así cuando tu pasaras olímpicamente de nuestros problemas, veríamos la otra realidad. Esa que nos llevaría a no cumplir los horarios a los que tu jefe y tu os habíais comprometido. Entonces, cuando nosotros en el cumplimiento de la ley nos quedáramos a medio camino como consecuencia de vuestra falta de planificación; veríamos de quien era el problema en realidad.

Publicidad

Claro que eso seria lo ideal, lo justo, lo que deberíamos de hacer todos, pero  no se hace, porque vamos por el mundo de machitos, de colgarnos medallas a pecho descubierto, en lugar de hacernos valer y respetar. Luego en privado, en esas conversaciones-quejas de grupos, nos limitamos a contar batallitas. Pero no hacemos nada por cambiar. Somos títeres en manos de personas que desconocen la realidad del transporte día a día, que tienen una idea particular de esto. Los que como tu, se limitan a cumplir un horario de oficina y lo demás les importa una mierda. Incluso hasta nos tratáis con superioridad y desprecio.

Espero, a fuerza de ser optimista, que un día de la vuelta esta tortilla que se esta volviendo amarga. Que los que conducimos un camión seamos valorados y respetados como nos merecemos. Claro que para eso tendremos que ser nosotros los que luchemos por cambiar la situación actual. Mientras tanto me despido en esta carta con la esperanza de que puedas leerla, que al menos te sirva de reflexión y cambie tu actitud hacia nosotros los camioneros.

Compartir:
No hay comentarios Deja tu comentario

Se eliminarán los comentarios que contengan insultos o palabras malsonantes.

Canal oficial con +15.000 suscriptores

Resumen diario con +8.500 contactos

Boletín semanal con +25.000 suscriptores

Contenido patrocinado
Taboola
Publicidad

Más Leídas