La semana pasada, a raíz de mi artículo sobre si los choferes asalariados estamos o no obligados a cambiar las ruedas cuando pinchan o revientan, alguien comentó que los chóferes cada vez queremos hacer menos trabajo. Como Facebook me tiene bloqueado una vez más, le voy a contestar por aquí.
No se trata de si queremos trabajar más o menos, se trata de trabajar lo que está pactado, esos pactos que se firman entre nuestros representantes y los representantes de la patronal. Durante mucho tiempo, en lo relativo a los salarios, la patronal ha hecho lo que le ha dado la gana, no pagando horas extras, camuflando el pago por km como dietas, etc., etc. Esto ha llevado a una bajada de nuestras retribuciones, de forma que en algunos casos, por hacer el mismo trabajo se cobren hasta mil euros menos al mes que hace diez años.
Esta situación, añadida a la falta de humanidad con la que la patronal ha tratado a sus asalariados durante años, ha llegado a un límite en el cual, muchos asalariados, nos limitamos a cumplir estrictamente con nuestras obligaciones, dejando de hacer muchas cosas que antes se hacían para ayudar a la empresa. Como dice el refrán: manos que no dais, qué esperáis.
Me hace gracia cuando alguien dice: «pues antes cargábamos a mano y si pinchabas una rueda o averiabas, te buscabas la vida y lo solucionabas tú». Por supuesto que era así, pero se olvida de la otra parte, antes un chófer era una persona respetada, a la que ningún jefe de tráfico o cliente se atrevía a faltarle al respeto, porque su patrono estaba detrás defendiéndole a capa y espada. Cuando paraba en un restaurante, tenía una dieta que le permitía sentarse a la mesa como una persona y cuando salía de viaje, iba con tiempo de sobra para si veía a un compañero averiado, parar y ayudarle. Hoy en día, el cliente mea por encima del chófer, mientras el patrón calla e incluso apoya al cliente. En muchas empresas, las dietas o km no permiten más que comer de cajón o bocadillos y los viajes están programados tan apretados de tiempo que, en muchas ocasiones, ni parar a hacer sus necesidades puede uno.
Por lo tanto, el tema está muy claro. Hay unos convenios muy claritos firmados por las dos partes y mientras la patronal no cambie su actitud, cada vez seremos más los que nos limitemos a hacer, únicamente, lo que está escrito.
Más artículos de El camionero ácrata
Foto de archivo




Se eliminarán los comentarios que contengan insultos o palabras malsonantes.