¿Qué hay de malo en cumplir la ley?. Camionero García. Opinión

Puede uno pensar que cuanto más se eluda la ley, más rentable es el negocio. Nada más lejos de la realidad, porque más pronto o más tarde, acaba uno cayendo en uno de los miles de controles de tráfico o transporte que hay por las carreteras europeas.

Controles que bienvenidos sean, porque son ejemplo de que algo se mueve a nivel de inspección, aunque duela a algunos, cada vez a menos; porque la tranquilidad que da ir dentro de la legalidad no tiene comparación con la conducción temerosa que es ir con miedo a los posibles controles.

Digo esto, por la noticia que ha saltado estos días sobre el delito de falsedad documental que es la manipulación del tacógrafo. Ya lo era antes, solo que eran de 4.600 € a 18.000 € la sanción económica y hasta 2 años de prisión en caso de reiteración en el delito. Como parece que lo económico no duele, aunque parezca extraño en estos tiempos, hay que dar pasos más allá y meter en el tema sancionador la pérdida de honorabilidad y cárcel para las denuncias más graves.

Si, es verdad que a veces se nos olvida que nuestro espacio de trabajo es compartido con otros usuarios y como tal debemos respetar, como profesionales que somos, este aspecto. También es cierto que algunos se endiosan y no se les puede ni toser, reaccionando con maniobras más que peligrosas poniendo en riesgo la vida de terceros, de ahí el dicho “profesional, además de serlo, hay que parecerlo»» y en esto es de entender que conocemos las normas y las aplicamos.

Pero tenemos un trabajo que depende, en muchos casos, de terceros y muchos de ellos con muy mala leche y ahí es donde debemos defender nuestros derechos y no ir esparciendo mierda por doquier con todo lo que viste de verde o rojo o tiene pinta de inspector y luego descargar desconectado en vez de descansar, y quejarnos de las horas que echamos, pero con la manipulación se multiplican y en vez de aplaudir decisiones contra los malos piratas, maldecimos las decisiones que pueden beneficiar una buena marcha del sector.

Está claro que no estamos conforme con nada, que queremos más de lo que podemos hacer o debemos hacer, que en función de nuestra forma de estar en el sector nos va mejor o peor y lógicamente, esta situación le va peor al autónomo y no lo digo yo, lo dice el propio estudio en que se basa para llevar a cabo estas actuaciones, ¿por qué? porque es el grupo que más utiliza esta infracción y esto dice mucho de su precaria situación.

Lo del asalariado es harina de otro costal, porque muchas veces con decir que la empresa o el gestor de tráfico le obliga, todo resuelto, pues no es así. Para que se pueda achacar que te han obligado tendrás que tener una grabación o por escrito esta orden y sino, es porque aceptas incumplir la ley. Cosa que te hace cómplice y además, te pueden endosar la sanción si entienden que lo haces por tu cuenta o por mala fe, ya que acarrea la pérdida de honorabilidad y te cierran la empresa por un año, que significa el cierre total y todos al paro.

Digo yo, que es mejor tener menos beneficio empresarial pero mantenerse y crecer al amparo de la ley. Y luego, la imagen que se da a la empresa de tramposa o corrupta, pero que esto depende del tamaño de la empresa, que ejemplos tenemos y no pasa nada, dicen, que ya veremos con tanto punto en contra sino llegan algún día a Bélgica y le retienen los camiones por ejercer el dumping social o sabe Dios qué otras cosas esconden.

Sea como sea, la ley se hace para ser cumplida y si no gusta, se moviliza la gente para cambiarla, y si no uno, acarrea con las consecuencias, gritando mucho, mintiendo más o poniendo en solfa la dignidad de los demás, pero sin excusas para asumir las consecuencias.

Que hay que cambiar muchas cosas en el sector, sí, pero de manera colectiva, porque si vamos por lo personal, somos muchos y diferentes y a cada uno nos puede afectar en mayor o menor medida los cambios. La cuestión es que esos cambios estructurales, sociales o de cualquier otra índole no perjudiquen a nadie y sí beneficie a todos y que todos, cargadores incluidos, se comprometan y ejecuten cumpliendo unas normas que para nosotros es de obligado cumplimiento.

Que son ellos los que deben adaptarse y aplicar un régimen horario que permita la fluidez en las cargas y para eso, deben ser tan eficientes como nosotros o más, y nosotros lo somos mucho, solo hay que sacar los datos del tacógrafo y se ve. A no ser que lo hayamos manipulado, que eso perjudica mucho al código de buenas prácticas que tanto nos hace falta y del que no queremos ni hablar además de haber renunciado muchas veces a el.

Yo me posiciono en la banda de más inspección y mayor dureza en las sanciones para todos, porque cuando dejamos la puerta abierta a especular con infracciones, se nos va la mano y jode mucho soltar la pasta, aunque parece que sobra porque no aprendemos, más costes, más inspecciones, más restricciones, más competencia desleal y bajando precios del servicio… nos va la marcha y luego a llorar a las redes sociales.

Siempre nos quedarán los de los vídeos y algún que otro maestro defensor-animador para llevarnos por caminos insospechados. No voy a decir “hala, por lo negro»», porque no está bien nombrar a quien dejó duda en la huella y creyendo tener éxito, arrastró a otros a la indignación.

Pues nada, cada uno a lo suyo y Dios nos guíe en nuestras decisiones.

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(Foto de archivo)

 

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