Está claro que esto de escribir no es lo mío. Juntar más de dos palabras con algo de coherencia me parece de lo más difícil que puedo intentar hacer. Pero…¡¡¡Retos a mí!!!. Como mujer, hija, madre, abuela y camionera, sólo puedo decir una cosa: “Somos lo que queremos ser. Basta de excusas»».
Y para demostrarlo, ahí están mis compañeras María Pinilla, Ainhoa Espada Tachín, Estefanía Burgos, Oti Cabadas, Mar González, Carmen Pérez, Eva Sandrine, Mayca González Isidro, Alicia Laura, Rosa, Mª José, Ana… y tantas otras…
Para mí, es un inmenso orgullo pertenecer a este grupo de mujeres camioneras que un día decidieron hacer de su pasión su profesión, sin importarles lo que los demás opinaran. ¡¡¡Con un par de ovarios!!!.
Y ninguna de nosotras hubiéramos podido hacerlo sin la ayuda y apoyo de tantos de nuestros compañeros, hombres, que han estado a nuestro lado…animándonos desde el principio. Jamás podré agradecerles a todos ellos, que han sido muchos, su cariño y talante. ¡¡¡Chapó por todos vosotros!!!.
Mención aparte son esas “camioneras»» de nombre, pero sin corazón, que a todas nos avergüenzan y jamás nos representan. Son muy pocas, pero haberlas haylas; autoproclamadas camioneras que, por el hecho de conducir un vehículo pesado, se creen con el derecho y autoridad de insultar, ningunear, vejar a sus compañeras… incluso alegrarse y reírse de accidentes sufridos… En todas las familias hay ovejas negras… Pero eso es otra historia, que no viene a cuento…
Un apartado muy especial para todas las “otras»» mujeres. Las mujeres de nuestros compañeros… las mujeres de los camioneros. Sin ellas, sin su comprensión, sin su apoyo, este trabajo sería mucho más difícil de sobrellevar para ellos. ¡¡¡Os merecéis un monumento!!!
Desde estas líneas, un GRACIAS a todos los que nos apoyan en esta decisión de poder ser lo que queremos ser.
(Foto de archivo)
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