
Que vienen malos tiempos para el transporte de mercancías por carretera, lo sabemos todos en el sector y que no somos nadie a la hora de tener representación en las mesas de trabajo para la reconstrucción económica después del coronavirus, ha quedado demostrado en las últimas horas.
En las reuniones de trabajo para analizar el futuro de la automoción y su plan de impulso, han estado presentes todos menos el sector del transportes por carretera. Los diferentes ministerios están en línea con las peticiones del sector. Como se veía venir, el sector de la automoción ha hecho valer sus peticiones y ha colado en el documento el aumento a 44 toneladas de carga útil y una altura máxima de 4,50 metros para los transportes nacionales y le han puesto fecha, mayo de 2021. Todo ello para ser más eficientes y así, reducir las emisiones de CO2 al medio ambiente y esto, sin contar con la opinión del sector del transporte que es quien va a sufrir las consecuencias de estas medidas.
La consiguiente respuesta de la patronal CETM es ya bien sabida y que parece ser, no asusta a nadie. Su oposición a estas decisiones son antiguas ya y ni una sola vez se han mostrado para tomar medidas contundentes antes de llegar a esta situación y en mi opinión, dudo que hagan algo de aquí a mayo de 2021.
En sus reuniones de esta semana van a tratar el tema y lo van a llevar al CNTC, donde junto a otras asociaciones empresariales, van a dar una respuesta a esta decisión del gobierno. Concretamente FENADISMER la considera una provocación. Ya veremos qué dice el sector y cuál es su respuesta.
Me atrevo a decir que nada va a pasar y que todo quedará en agua de borrajas, porque hasta ahora el sector ha asumido todos los cambios y lo único que ha quedado es una queja escrita que bien poco importa.
Si bien está claro que hace tiempo ya que sobrepasamos los límites de carga y altura, solo hay que verlo en los muelles de carga y en la altura de los mega para transportar los contenedores de las expediciones del sector de la automoción que no van a aumentar de tamaño con esta medida. Con esto quiero decir que desde hace tiempo nos han ido exigiendo que para cargar con ellos, los requisitos estaban claros, ahora lo que van a hacer es poner negro sobre blanco en el Boletín Oficial del Estado. No se eche el sector las manos a la cabeza, que fue él quien sucumbió a los encantos de contratos millonarios a través de los TENDER creyendo que les daría ventaja sobre otros transportistas que no tragaron con estas ilegalidades.
El sector del transporte por carretera cree que no es el momento de hacerlo, debido a la crisis del COVID-19 y que esta medida pone en situación crítica a muchas empresas de transporte. Sin embargo sí que parece ser el momento para hacerlo, porque ante la necesidad de supervivencia, el sector va a tragar con lo que le echen, como ha ocurrido siempre, de un tiempo a esta parte. Como siempre he opinado, al sector solo le queda el derecho a la pataleta.
Este, nuestro sector es cobarde y con poca respuesta para combatir los ataques de los cargadores y aunque siempre se dice que el sector está en ruina, no lo parece a la vista de lo que está ocurriendo. Si realmente está sumido en una ruina económica, ¿por qué no le ponen remedio con un paro patronal y así mostrar la fuerza del sector? Pues es sencillo de responder, porque el problema es el propio sector, que es desde tiempo atrás un sector con dudosa honorabilidad, donde no se respetan a sí mismos, no se respetan los derechos de los trabajadores y siempre anda buscando fuera de las normas un beneficio extra.
Para ser creíble esta patronal del transporte en España, debe exigirse a sí misma una competencia leal y no quejarse de las intrusiones externas, porque es en España donde empieza la competencia desleal entre diferentes territorios con los diferentes Convenios laborales y la diferencias fiscales entre ellas. Para ser creíbles deben de pagar a sus conductores todos los emolumentos como dicen los convenios provinciales y para finalizar, deben demostrar que son claros y transparentes en su fiscalidad. A partir de ahí, podrán exigir a los diferentes gobiernos que se cumpla la norma de pesos y dimensiones, porque la experiencia dice que nadie quería los megacamiones y ahí están todos los flotistas con ellos trabajando, incluso sobrepasando los límites con los duo trailer en prueba que, más bien parece que ya lo que sí están es en perfecta legalidad.
¿Tenemos que seguir creyendo a esta patronal quejica y sumisa? Yo opino que, si tragan con estas demandas de los cargadores, a nada que los conductores y autónomos les metan presión, aceptaran el pago por convenio y un justiprecio para los autónomos.
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