Viejos recuerdos de viejas andanzas. ”Siempre por la negro”. Opinión

Viejos recuerdos de viejas andanzas, rememorando tiempos de dudosas hazañas. Unos sentimientos extraños ahora llenos de alabanzas.

Así se puede describir a los que ahora por «imperativo legal» recorremos el puerto de Belate. Esos bellos parajes, con sus curvas de infarto, siempre frenando con suavidad. En mis recuerdos de camionero están esas noches oscuras y sus umbrías perennes.

Aquellas cenas en San Blasco, en la nariz aun reciente el olor a ferodo. Aquella carretera que bordea el rio Bidasoa. Esa que ahora se ha convertido en el refugio preferido de los senderistas, la que ahora recorren a diario multitud de ciclistas. Pero que hasta hace unos años era el encuentro de camioneros.

Casi no nos acordamos ya de las retorcidas curvas de la N-121-A, después de pasar Sunbilla camino de Irún. Raro era el día en el que algún compañero no se confiaba demasiado y terminaba volcando en sus traidoras curvas. Todos sabíamos el peligro que entrañaba si las ruedas de tiro del camión pisaban la raya blanca de la derecha.

Poníamos los cinco sentidos y todos los que hicieran falta para recorrer aquella carretera. Afortunadamente ahora muchas de aquellas traidoras curvas han sido eliminadas y la N-121-A se ha vuelto mucho más segura. Pero aún sigue siendo la preferida por muchos de nosotros para llegar a Irún.

Ahora con las obras de los túneles volvemos a subir ese puerto de Belate. A mi mente vuelven de nuevo, sin querer, aquellos años en los que no quedaba más remedio que serpentear las curvas del Puerto. Poner toda la profesionalidad de la que uno era capaz, para no calentar en exceso los frenos. Que aquellos camiones de entonces no eran como los de ahora. Recuerdo más de un sudor frío para frenar las 40 toneladas.

Por eso hoy, con cierta melancolía, vuelven a mi mente estos viejos recuerdos de aquellas viejas andanzas. Al recorrer con el camión de nuevo las curvas de Belate, no puedo por menos de recomendar a todos los compañeros ¡Prudencia y paciencia!, que la carretera sigue siendo muy traicionera. ¡Por lo negro siempre!. (Foto: Esteban Rivera Ibáñez)