Cold Chain Technologies (CCT), especialista en embalajes con control de temperatura, ha desempeñado un papel fundamental al demostrar la viabilidad del transporte marítimo para envíos de productos farmacéuticos sensibles a la temperatura de alto valor, a través de un proyecto con Kuehne + Nagel y Teva Pharmaceuticals.
El proyecto, que validó el transporte de productos farmacéuticos sensibles a la temperatura en una de las rutas marítimas más exigentes del mundo -de Alemania a Australia-, ha demostrado que el transporte marítimo puede ofrecer una alternativa viable, rentable y más sostenible* al transporte aéreo.
A pesar de enfrentarse a una serie de graves contratiempos logísticos, el envío llegó en perfectas condiciones, gracias en parte a Enshield, una manta térmica de PCM reutilizable y de alto rendimiento de Cold Chain Technologies.
La homologación de la ruta implicó afrontar el reto de mantener la calidad y el cumplimiento normativo a lo largo de las largas distancias y duraciones asociadas con los viajes marítimos. Dados los estrictos requisitos de calidad y normativos, todos los socios acordaron que el enfoque debía aprobarse mediante una prueba en vivo, en lugar de una simulación digital.
Esto llevó a Kuehne + Nagel y Teva a establecer un riguroso proceso de pruebas, utilizando la compleja ruta de Alemania a Australia para evaluar el envío. «Se trata de un largo viaje con importantes variaciones estacionales y de temperatura, lo que significaba que una prueba exitosa nos permitiría homologar varias rutas en un solo estudio», explicó Judineth Miranda, directora sénior de Gestión de Cuentas Clave del Sector Salud en Kuehne + Nagel.
Kuehne + Nagel y Teva inicialmente dependían únicamente de cubiertas térmicas tradicionales para complementar los contenedores activos que utilizaban, pero identificaron la necesidad de protección adicional ante el creciente número de cortes de energía ocurridos en el mar en los últimos años. Para mejorar la estabilidad de la temperatura durante el transporte, probaron la manta térmica pasiva Enshield, que demostró ventajas significativas sobre otras opciones disponibles.
«Las mantas tradicionales tienen sus inconvenientes, ya que una vez que el aire caliente entra en su interior, puede quedar atrapado. Enshield está diseñado para mantener los productos a una temperatura entre 2 y 8 °C. Si la temperatura sube o baja de esa temperatura, el material de cambio de fase ralentiza el intercambio térmico para mantener el equilibrio y la consistencia», afirmó Kristian Williams, Director Sénior de Ventas para EMEA y APAC de Cold Chain Technologies.
Enshield utiliza el gel Koolit Advanced a prueba de fugas, un PCM estable que nunca se vuelve líquido. Además, es muy flexible, lo que permite envolver el palé con Enshield para un ajuste perfecto y una mayor protección.
El barco zarpó de Alemania en noviembre de 2023, con una duración estimada de viaje de unos 60 días. Sin embargo, las circunstancias determinaron que el envío llegaría a tierra con un retraso de 10 días, pero sin afectar el rango de temperatura objetivo de 2 a 8 grados C.
«Prácticamente todo lo que podía salir mal, salió mal, poniendo en riesgo la integridad de la carga», confirmó Fabian Reitmeier, Gerente de Proyectos de Integridad Logística en Teva Logistics.
El primer desafío se produjo con el cierre del Canal de Suez debido al aumento del riesgo para los buques oceánicos, lo que obligó a desviar la ruta alrededor del Cabo de Buena Esperanza, extendiéndola una semana.
En segundo lugar, aunque esto no se descubrió hasta más tarde debido a la falta de cobertura del GPS, se produjo un corte de electricidad en el Océano Índico.
Finalmente, debido al retraso previo, el barco llegó al puerto de Sídney durante el Día de Australia, cuando el puerto operaba con una tripulación mínima, lo que retrasó aún más el proceso de descarga. La carga permaneció en el puerto de Sídney durante cuatro días más, a temperaturas ambiente cercanas a los 40 °C.
Sorprendentemente, gracias al apoyo adicional de Enshield, la temperatura se mantuvo estable durante las 10 semanas que la carga estuvo en tránsito. Los registradores de temperatura registraron dos pequeños picos (durante el corte de energía y a la llegada a Australia), pero aun así se mantuvieron dentro de los parámetros aceptables y su uso fue seguro para los pacientes finales.
«Esta fue la operación más difícil que realizamos, pero la que mejor funcionó, y es evidente que Enshield fue crucial para este éxito», confirmó Judineth Miranda.
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