Vas conduciendo con tu coche por un tramo de autovía con dos carriles por sentido. Te preparas para adelantar a un camión, pero no puedes. En el carril izquierdo hay otro camión. Esperas pacientemente, después de haber reducido tu velocidad a 90 kilómetros por hora (máxima velocidad permitida para los camiones). Los dos parecen avanzar a la misma velocidad, casi en paralelo. Y, mientras tanto, tú y otros coches esperáis a que termine la maniobra.
Esta situación resulta familiar para cualquier conductor de un turismo. Manuel, un camionero que lleva 12 años circulando, pide comprensión: «Manejamos vehículos muy grandes. Los adelantamientos no se pueden hacer tan rápido como con un turismo. Tanto por las características del camión como por seguridad. Y si vas a 90 y el de delante va a 80, le tienes que adelantar. Si no, se formarían colas interminables de camiones».
«Yo entiendo a los coches impacientes -que también tienen lo suyo-. A veces se dan situaciones que no tienen mucho sentido. Algunos camioneros compiten. El de la izquierda no tira y el de la derecha no cede. Pero claro, si vas más rápido que otro le tienes que adelantar», añade.
Jorge, con 25 años de experiencia, también cree que «debería haber más compañerismo en ciertas ocasiones». «Cuando me está adelantando otro camión, yo reduzco para que la maniobra dure el menor tiempo posible, como la mayoría. Pero no todo el mundo se comporta igual. También los hay que empiezan el adelantamiento cuando las circunstancias no son las mejores», señala. Otros camioneros que atienden a Verne en la misma estación de servicio que Manuel y Jorge (en la A4) expresan opiniones parecidas. Prefieren que no utilicemos sus apellidos.
Verne
«Desde 1994, los vehículos que pesan más de 12 toneladas no pueden circular a más de 90 kilómetros por hora. Por normativa europea, llevan un limitador de velocidad. Desde 2005, se amplió a aquellos que pesan más 3,5 toneladas», explica a Verne por teléfono Juan José Gil, secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer).
Otro factor desconocido para muchos turismos y que condiciona los adelantamientos es la carga que lleva cada camión. «Cuando un camión va vacío, circula mucho más rápido que otro cargado. Ese camión tiene que adelantar al otro. De no ser así, se producirían largas colas de camiones que complicarían aún más la circulación que esos adelantamientos puntuales», añade Gil, al que no le consta, dice, que los adelantamientos largos sean algo común: «Hay mucho compañerismo entre transportistas».
«En legislaturas anteriores, hubo intentos de reducir el número de camiones en las carreteras. No prosperó porque la mayoría de las mercancías de este país se mueven en camión. Los camiones son una parte fundamental de la economía y no son ni mucho menos los culpables de la congestión en las carreteras», indica el representante de los camioneros.
Fuente: verne.elpais.com



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