El conflicto del taxi enquistado en nuestro país tiene, a juicio de Fetransa, claras similitudes con la situación que vive el transporte en nuestro país y es un claro reflejo de la actitud de los sucesivos gobiernos del estado en relación con los sectores tradicionales.
Para la Federación de Transportistas el conflicto generado en el taxi en particular supone una muestra de la falta de voluntad de acometer los problemas cuando estos aún pueden contar con mesas de negociación no intoxicadas por actos violentos.
Cuando los poderes públicos se pasan la pelota unos a otros, lo hacen a sabiendas de que la situación, lejos de llegar a consensos, terminará generando una clara situación de ganadores y perdedores, algo que, a día de hoy, nos resulta muy familiar a los transportistas autónomos, obligados a desarrollar su actividad en condiciones precarias y amenazados, siempre, por la presión de grandes empresas o de competencia desleal con la que no parece existir voluntad de enfrentarse.
La situación del taxi, con miles de familias abocadas al desempleo o en el mejor de los casos, a una mayor precarización de su trabajo, no puede dejar al transporte indiferente, ya que existen numerosos elementos comunes en los que los transportistas por carretera podemos sentirnos identificados.
Una situación en la que sólo puede avanzarse desde el diálogo y la percepción de una realidad no sólo estudiada bajo el prisma de una legislación aprobada fuera de nuestras fronteras y claramente discriminatoria frente a un sector tradicional en nuestro país. (Foto de archivo)
Se eliminarán los comentarios que contengan insultos o palabras malsonantes.