Fomento se ha decidido a solventar la anomalía de que en la A-52 se circule durante más de doscientos kilómetros entre Ourense y Benavente sin una estación de servicio al pie de la autovía. Es decir, los conductores se ven obligados a desviarse para repostar. Para evitar esta situación, el ministerio ha iniciado los trámites para someter a información pública los anteproyectos de explotación y construcción de las áreas de servicio de Taboadela, en el kilómetro 213 de la autovía Rías Baixas.
El proyecto prevé una reserva de terrenos en ambos márgenes de la vía de alta capacidad con dos parcelas de tres hectáreas cada una. Ambas áreas de servicio contarán con una estación de servicio para repostar, protegida con una marquesina, así como un edificio destinado a albergar un restaurante, una cafetería y una tienda. El proyecto también prevé los elementos de urbanización habituales en este tipo de instalaciones, así como las zonas de aparcamiento. La de vehículos ligeros tendrá entre 70 y 83 plazas, mientras que en el área reservada a camiones podrán estacionar 36 vehículos pesados. El proyecto ha sido declarado de utilidad pública.
La Ley de Carreteras prevé que la Administración facilite la existencia de estaciones de servicio, y de hecho muchas de ellas se incluyen en los proyectos de trazado de las autovías. No obstante, su presencia a lo largo de las vías de alta capacidad es irregular y hay a menudo zonas sin posibilidad de repostaje. En estos casos los conductores suelen desviarse a las gasolineras de las poblaciones cercanas. A lo largo del trazado de la antigua nacional continúan abiertas varias estaciones de servicio.
lavozdegalicia.es
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